Ahorro
Los 27 ministros de Energía de la Unión Europea llegaron ayer a un acuerdo para prepararse ante el peor escenario, el del cierre completo del gas ruso. El pacto para reducir el consumo de cara al invierno se va a aplicar finalmente con excepciones por países y España ha conseguido que su objetivo de ahorro sea la mitad del planteado inicialmente.
En el escrito se esbozan algunas medidas que van a tener que aplicar los estados miembro para evitar el despilfarro energético. Esta mañana, en el programa Espejo Público, la Ministra Teresa Ribera ha asegurado que "son medidas que obviamente nos requieren un esfuerzo pero que no afectan a la calidad de vida" y que se trata de recuperar hábitos que "habíamos perdido porque nos habíamos acostumbrado a que la energía fuera ilimitada". Pero, ¿cuáles son esas medidas y cómo nos van a afectar?
Bajar la calefacción
Bruselas lleva repitiéndolo desde que comenzó esta crisis: subir un grado el termostato de los aires acondicionados o bajar lo mismo en la calefacción puede suponer un importante ahorro. Hace semanas el alto representante de la UE para política exterior, Josep Borrell ya dijo que “un grado menos de temperatura en casa es un 7% de ahorro de gas ruso, dos grados menos es el 14% menos”.
Edificios públicos
Las administraciones públicas son las que primero tendrán que cumplir con esos objetivos para predicar con el ejemplo. En todos los edificios públicos será obligatorio ajustar los termostatos y aplicar todas las medidas acordadas. En España ya se ha impulsado en la Administración General del Estado y ahora "deben sumarse las comunidades autónomas y las corporaciones locales", ha dicho Ribera.
Duchas más cortas
Otra de las medidas va a dirigida a combatir el despilfarro de agua. En este sentido, la Comisión Europea recomienda darse menos duchas y que sean más cortas. Así se reduciría también directamente el consumo de gas natural.
Acabar con el 'stand by'
Es el modo de espera o en reposo y pasa con muchos de los aparatos que tenemos en casa. Aunque estén apagados, siguen enchufados y consumiendo importantes cantidades de energía. Desde Bruselas piden medidas de concienciación para acabar con esto.
Penalizar a los que despilfarran
Sería algo así como un 'castigo' a los que usen más energía de la necesaria y la idea es buscar mecanismos para hacerlo a través de la factura de la luz, para que esos consumidores tengan que asumir un gasto extra por ello.