ENTREVISTA EN ESPEJO PÚBLICO
Arturo Fernández, ha reiterado que ha puesto "a disposición de mi presidente nacional el cargo de presidente de la CEOE", un puesto que Rosell aceptó este miércoles en la Junta General.
"Entiendo perfectamente que haya una alarma social porque es un tema grave"
Fernández ha explicado que "para no interrumpir el buen nombre de la CEOE" lo mejor era que "cediera mi cargo a otra persona de mi institución". Considera que se trata de un tema "grave" que ha generado una "alarma social".
Cree que "en mi puesto hay que estar a la altura de las circunstacias, y hasta que se aclare el tema, lo mejor es hacer lo que hice ayer (dejar su puesto)".
En diciembre son las elecciones de la CEOE, y Fernández mantendrá su cargo hasta entonces. Ha calificado su relación con el prsidente de los empresarios de "magnífica" y ha asegurado que "ha hecho una gestión de cuatro años muy buena".
Dice sentirse "abrumado" y entender "perfectamente que haya una alarma social, porque es un tema grave y reconozco que esta situación es incomprensible".
Asegura que cuando le dieron la tarjeta, "nunca pensé que fuera opaca y que no se podía utlizar como se ha utilizado", y ha apuntado que "estoy tan abrumado y avergonzado como muchos preferentistas".
Fernández, en una entrevista en Espejo Público, reconoce que cuando le dieron esa tarjeta "no pensé que fuera opaca" ya que "no tenía sentido que Caja Madrid te diera una tarjeta 'black'", aunque matiza que "tendríamos que haber preguntado si esa tarjeta era correcta o no, son preguntas que me hago desde que me enteré".
"Tuvimos que haber preguntado y Caja Madrid tendría que haberlo hecho bien"
Arturo Fernández es uno de los pocos directivos que ha devuelto el dinero. Lo hizo hace diez días, a Caja Madrid, aunque ahora hay que enviarlo a Fiscalía, a una 'caja especial', según ha explicado.
Subraya que "no quiero eludir mi responsabilidad", e insiste que "me parece alucinante que una caja como Caja Madrid, dé una tarjeta que pueda causar los perjuicios que están causando".
"Tuvimos que haber preguntado y Caja Madrid tendría que haberlo hecho bien. Nadie podía pensar que era una tarjeta fraudulenta", añade.