Avispa velutina
Es necesario colocar trampas para conseguir controlar el desarrollo de esta avispa asiática que multiplica por 10 su número cada año.
Las primeras avispas velutinas, también conocidas como avispas asiáticas, llegaron a España en el año 2014 y no fue hasta el 2016 cuando se aprobó un protocolo. Desde entonces han multiplicado su número "hasta por 10" al año porque se desarrollan muy rápido.
Se instalaron primero en Galicia y ya han llegado hasta la provincia de León, la mayor la amenaza es en la comarca de El Bierzo. "En 2 o 3 años va a estar colonizada toda España", explica Javier Morán, presidente de la Asociación Leonesa de Apicultores.
Esta especie son un problema social porque pueden atacar a los seres humanos, aunque sobre todo las consecuencias las sufren los apicultores porque esta avispa ataca a las abejas. Se acercan a las colmenas para matarlas y llevarle alimento a sus crías. Su presencia estresa a las abejas que podrían bajar su producción.
Por eso, es necesaria la presencia de trampas. Javier tiene cerca de 80 trampas para proteger a sus 50 colmenas. "En una semana, pueden llegar a capturar más de 2.000 avispas asiáticas con medio centenar de trampas", cuenta Morán.
Sus trampas son botellas de plástico llenas con una mezcla de azúcar y levadura fresca que atrae a esta especie. Cada tres o cuatro días las vacía y pueden llegar a tener entre 80 y 90 individuos.
No solo afecta a los productores de miel, este insecto también puede ser una amenaza para los viticultores, pican las uvas porque son dulces.
Los apicultores reclaman más ayudas por parte de las administraciones porque dicen que actualmente el número de trampas no son suficientes. En ciudades como León, el Ayuntamiento instalará un centenar en la ribera del río para intentar controlar esta especie. Es fundamental que se actúe a tiempo para controlar de forma radical y que pueda expandirse.