// Antonio Garamendi
"El salario mínimo interprofesional el año pasado se subió sin consultar con absolutamente nadie al 23% y ha expulsado a más de 40.000 personas del campo y a más de 14.000 empleadas del hogar, es decir, ha llevado a la economía sumergida a mucha gente. ¿Y por qué?, pues porque por decreto llevar el salario mínimo es un problema.
Cuando hablamos de la España diversa, se nos llena la boca a todo el mundo, se habla de la España vaciada y cuando se habla del salario mínimo, todo el mundo piensa en Madrid, Barcelona o Valencia, pero no piensa en un pueblo de Extremadura o en el campo, donde una peluquería si tiene un empleado a ver como sube el precio del corte y sin embargo, como le paga un 23% más a ese empleado. El coste de esa vida no tiene nada que ver con el coste de Madrid o el alquiler por ejemplo.
La gran empresa que todo el mundo se mete con ella, no tiene este problema, ni en general todos los convenios sectoriales. Hay un tema bastante curioso y es que el estado te dice, usted tiene que subir el 23%, pero en todos los contactos del estado, donde por otro lado, usted está obligado a seguir teniéndolos por ley, se quedan como estaban.
Imagínate que tienes un contrato con un Ayuntamiento en la limpieza, que en ese caso, estás en esos salarios y entonces, te suben el 22% del coste que tienes y además, normalmente son servicios de muy poco valor añadido, servicios de limpieza, de seguridad...por ejemplo, en los aeropuertos, es el transporte de la gente con las sillas y entonces te dicen, usted va a subir el 23%, pero sin embargo, el contrato sigue aquí, y dices hombre, usted es muy ideologizado en su historia, pero cuando le toca venir a la parte empresarial, está jugando un partido que no es muy real".