RATO SIGUE CON APARENTE NORMALIDAD
Rodrigo Rato sigue viviendo con aparente normalidad. En portal de su casa siempre le esperan multitud de cámaras, curiosos y afectados por las preferentes. La imagen se repite a la entrada de su despacho.
En menos de una semana el peregrinaje judicial contra Rodrigo Rato parece no tener fin. La causa arrancó en los juzgados de Plaza de Castilla y [[LINK:INTERNO|||20150421-NEW-00139-false|||recalaría en la Audiencia Nacional]] pero hoy la Fiscalía anticorrupción ha recurrido el auto por el que el juez de Instrucción número 31 de Madrid, Antonio Serrano-Artal, se inhibe en favor de la Audiencia Nacional.
Anticorrupción entiende, tal y como adelantó la fiscal general del Estado, Consuelo Madrigal, que los indicios que se investigan contra el exvicepresidente, al menos de momento, en los procedimientos que el juez Fernando Andreu ya instruye contra él, se refieren exclusivamente a la salida a Bolsa de Bankia y al uso de las denominadas 'tarjetas black' de Caja Madrid.
El proceso está en un limbo judicial y mientras se decide quién investigará si Rato es culpable de blanqueo, alzamiento de bienes y delito fiscal el tiempo pasa. Si hay conflicto de competencias y llega al Supremo podría retrasarse durante meses. El ministro de economía, Luis de Guindos, niega que haya interferencias políticas en el caso.