Vivienda
En septiembre, la firma de hipotecas se desploma casi un 30%. Lleva 8 meses cayendo, y eso que, en este momento, alquilar una casa de dos dormitorios ya es un 46% más caro que comprarla, según Idealista
El encarecimiento del precio de los alquileres en España ha provocado que los ingresos necesarios para alquilar una vivienda de 2 dormitorios y no superar el umbral del 30% de los ingresos recomendado se sitúe en los 31.550 euros netos anuales, según un estudio publicado por Idealista. Esta cifra es un 46% más elevada que la necesaria para la cuota hipotecaria en el caso de comprar la misma vivienda, que se sitúa en 21.561 euros netos, a lo que habría que añadir unos ahorros mínimos de 43.467 euros
En este ranking, Barcelona es la ciudad en la que más ingresos son necesarios para alquilar una vivienda y Palma en el caso de compra. Las ciudades de San Sebastián y Palma exigen aportar una entrada de más de 100.000 euros de media para comprar una vivienda.
Entre los grandes mercados, Valencia es el que registra una mayor diferencia entre los ingresos netos necesarios para el alquiler y la compra, ya que se sitúa en el 56%. Le siguen Barcelona (39%), Sevilla (33%), Bilbao (32%), Madrid (24%) y Málaga (15%). En San Sebastián y Palma la renta familiar imprescindible para alquilar es más baja que para la compra: en San Sebastián es un 12% más baja, y en Palma un 10%. La única ciudad en la que se repite este fenómeno es Granada (-3%).
La mayor diferencia se da en la ciudad de Huelva, donde hay que ganar un 81% para alquilar una vivienda que para comprarla. A continuación se encuentran Lleida (77%), Jaén (71%) y Murcia (66%).
Los ingresos necesarios en el caso de la compra, sin incluir los ahorros necesarios para hacer frente al 20% de entrada y el 10% de gastos, son de 56.652 euros netos en Palma, mientras que en San Sebastián se sitúan en 53.977 euros netos. En tercera posición se encuentra Barcelona (42.458 euros), y tras ella las ciudades de Madrid (41.146 euros netos), Málaga (32.304 euros netos) y Pamplona (31.358 euros netos).
Solo 6 capitales exigen unos ingresos familiares netos inferiores a los 14.000 euros anuales para hacer frente a la compra de una vivienda: Jaén (11.873 euros netos), Huelva (12.649 euros), Palencia (13.050 euros), Lleida (13.081 euros) y Zamora (13.736 euros).
La principal dificultad de muchas familias para acceder a la compra de una vivienda se encuentra en los ahorros necesarios para hacer frente a la entrada (el 20% del valor de tasación que no financia la banca y el 10% de gastos e impuestos). La ciudad donde esa cantidad de ahorro que es necesario aportar es más alta es Palma, ya que alcanza los 114.211 euros para una vivienda de dos habitaciones, seguida por San Sebastián con 108.817 euros. Por debajo de los 100.000 euros de ahorro se encuentran las ciudades Barcelona (85.595 euros), Madrid (82.951 euros) y Málaga (65.124 euros). Jaén, por su parte, es la ciudad en la que menos ahorros son necesarios (23.936 euros), seguida por Huelva (25.501 euros) y Palencia (26.309 euros).
Según Francisco Iñareta, portavoz de Idealista, "este informe vuelve a poner de manifiesto el perverso efecto de la Ley de Vivienda en el mercado inmobiliario que, al reducir la oferta del alquiler, ha dificultado el acceso a la vivienda no solo en alquiler sino también en venta".
Los datos publicados en este estudio de idealista muestran que los ingresos necesarios para comprar una vivienda siguiendo las recomendaciones financieras (no destinar más del 30%) son mucho más bajos que para alquilar el mismo inmueble, pero es imprescindible aportar una cantidad elevada de ahorros.
La alta demanda genera tensiones en los precios, que siguen subiendo y exigiendo cada vez un mayor esfuerzo a los inquilinos y limitando cada vez más su capacidad de ahorro, lo que hace que sean cada vez más las familias que se ven "condenadas" a vivir de alquiler.
Según este portal, la mejor manera de romper este "círculo vicioso pasa por un cambio en las políticas de alquiler que logre aumentar significativamente la oferta de viviendas en alquiler, relajando la tensión sobre las mismas y logrando una tendencia bajista en los precios que incremente la capacidad de ahorro de las familias para hacer frente a la entrada en un futuro".