Fondos europeos
El sector de la construcción necesita 700.000 puestos de trabajo, pero en los próximos dos años sólo se generarán 100.000.
La patronal de la construcción lleva mucho tiempo alertando de la falta de profesionales, pero en los últimos meses el problema se ha hecho más patente. El sector necesita urgentemente mano de obra porque 7 de cada 10 euros de los fondos europeos Next Generation están vinculados a él, de manera directa o indirecta.
España necesita 700.000 trabajadores para ejecutar esos fondos, según los cálculos de la Confederación Nacional de la Construcción. Pero alcanzar esa cifra es prácticamente imposible. ManpowerGroup estima que el empleo en la construcción crecerá un 3,5% en los años 2022 y 2023. Traducido a puestos de trabajo, la creación no llegará a los 100.000 en ese periodo de tiempo.
El reto de atraer a los jóvenes
Hacen falta albañiles pero también electricistas, gruistas, capataces, jefes de obra o ingenieros de caminos. Sin embargo, el sector ha dejado de ser atractivo para los jóvenes. Según Asprima, la patronal de promotores y constructores madrileña, el número de menores de 34 años en el sector ha pasado del 43% al 18% durante los últimos años.
Atraer a ese segmento de población es ahora mismo uno de los retos del sector, que apuesta por la formación profesional como punto de partida para conseguir el número de trabajadores necesario.
La tormenta perfecta
Por si fuera poco, a la falta de mano de obra especializada hay que sumar la subida de los materiales. Según la Confederación Nacional de Construcción el pasado mes de octubre el alza de precios de los materiales habría llevado a cuatro de cada diez empresas a cancelar o paralizar sus obras. Desde entonces, la situación a nivel global se ha agravado.
La patronal ha alertado de que, como consecuencia de esta situación, las licitaciones públicas se están quedando desiertas en España. En concreto ha contabilizado 484 obras cuya ejecución se ha quedado sin empresas que la asuman. Sumarían en total 230 millones de euros.
La CNC atribuye este agujero a unos precios desfasados, muy por debajo de la realidad del mercado y que no recogen además el alza del coste de las materias primas, lo que está provocando una importante paralización de la obra pública en nuestro país.