Agricultura
El año pasado hubo 133 robos en el campo, 20 más que el año pasado.
Los robos en el campo continúan en auge desde la llegada de la pandemia a nuestras vidas. Los agricultores catalanes lo saben bien, especialmente en la provincia de Girona, donde se sufren una media de once robos al año.
Una de las comarcas más afectadas es la del l'Alt Empordà. Concretamente, esta comarca registra el 60% de los robos que hay en el campo gironés. El Baix Empordà es la siguiente comarca en número de robos.
Desde los Mossos d'Esquadra explican que existen dos tipos de tipologías dentro de este tipo de ladrones: aquellos que se dedican a robar material que puede genera grandes beneficios económicos y aquellos que roban material como cobre, tubos o motor de maquinaria para posteriormente venderlo, siendo este tipo de robos más habitual que los anteriores.
Los Mossos recomiendan que cualquier tipo de robo sea denunciado, sea cual sea el importe de los objetos sustraídos.
En medio de las revueltas de los agricultores para obtener mejoras en el sector, los campesinos ven cómo tienen que preocuparse de los robos. En las comarcas gerundeses, hubo ciento trenta y tres robos durante el año pasado, aunque fueron de poco valor.
El cobre, junto a los tubos o los motores de bombas de agua, es uno de los elementos más buscados por los ladrones, aunque son muchos los que sufren también robo de gasoil.
La técnica utilizada para cometer dichos robos es la siguiente: una vez consiguen los objetos o la maquinaria que quieren robar, es cargada en furgonetas y la intentan vender como chatarra o empresas de gestión de residuos.
Son muchos los que se dedican a vender este tipo de productos para obtener un pequeño beneficio y que no buscan sacar un gran rédito de los robos.
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