El porcentaje de rechazo es muy reducido
Algunos puertos españoles son la última puerta de entrada a la Unión Europea de miles de toneladas de productos perecederos. Hemos estado en el puerto de Bilbao para ver cómo se trabaja en el control de aduanas.
El control de aduanas se encarga de verificar que el producto viene totalmente envasado y de un país autorizado. Trece veterinarios inspeccionan mil toneladas de mercancías al año.
Los productos suelen proceder de Estados Unidos, Chile o Ecuador. Y el protocolo es claro, una mercancía fallida puede tratarse al romperse la cadena de frío. El porcentaje de rechazo es muy reducido, solo dos de cada 1.000.
Además evitan también la entrada de plagas en Europa. Este año se han paralizado dos entregas de madera de Ucrania e India infectadas de carcoma e insectos.