Cádiz
Desde hace unos años, la ciudad de la tacita de plata es un reclamo para el turismo que llega desde el mar. El pasado mes de julio también recibió otros 12.000 en un día.
Cádiz, su luz, sus playas, su alegría, su gastronomía, su peculiar distribución y arquitectura de la ciudad la convierten en un caramelo para el negocio crucerista. No siempre fue así, esto ocurre especialmente desde hace unos años, cuando las agencias de viaje incluyeron a la tacita de plata entre sus rutas. Acertaron. Sólo en primavera llegaron casi 90 cruceros, récord absoluto. Y este verano más de lo mismo. El lujo que viaja por el mar tiene sus ojos en esta ciudad andaluza, y los hosteleros se frotan las manos. Este miércoles, arriban nada menos que 10.000 turistas, según ha anunciado el Ayuntamiento de Cádiz, que se moverán en las sinuosas y susurrantes calles de la ciudad.
Y es que en el puerto de la Bahía de Cádiz no se cabe de transatlánticos. Con la llegada de tres grandes cruceros, copan buena parte de su espacio. Son barcos con bandera de Alemania y Reino Unido, y están hechos para recorrer el mundo. Generalmente vienen y se van en el mismo día, por lo que hay que captar su atención con llamativos y suculentos ofrecimientos. Estos tres colosos del océano se irán hoy mismo, así que las tiendas de souvenirs y restaurantes están al acecho. No les hace falta ir a por ellos, con su arte se los ganan.
Mucha capacidad han de tener cada uno de los cruceros para traer a 10.000 turistas. Dos de los tres buques han sido muy mañaneros. Son los Aida Stella y Queen Anne, que tocaron tierra en el muelle Alfonso XIII a las 8:00 horas. Consigo transportaban a 2.227 y 2.746 pasajeros. El primero es de nacionalidad alemana y el segundo, por lógica de su propio nombre, británico.
Aida Stella lleva navegando no mucho tiempo. Surca los mares desde 2013, posee 1.097 camarotes y 14 cubiertas. 12 bares y salones dan servicio a su pasaje, que también puede disfrutar de sala de cine, siete restaurantes, biblioteca, spa, tiendas, teatro, sala de juegos… Zarpa a las 17 horas rumbo a Lisboa.
El Queen Anne es el más joven de los tres. Botado en abril de 2023, lleva poco más de un año de uso. Muchas millas náuticas aún por recorrer. Es el barco número 249 de la compañía Cunard. El lujo en su interior es mareante, según se puede ver en la web de la empresa que lo diseño. Puede albergar a 3.000 almas más 1.200 tripulantes y posee 14 cubiertas. Es tan nuevo que dispone de tecnología punta al servicio del cliente, como el techo de cúpula de vidrio inteligente, que se retrae con el calor. Este espacio es ideal para leer, bañarse en la piscina durante el día o tomarse una copa en la noche. Tiene un escenario central y una gran pantalla Led, para teatro, proyecciones de cine, música en vivo, etc. Zarpa a las 17:00 horas hacia Barcelona.
MSC Virtuosa 2. También de origen inglés, lleva a bordo a 4.770 pasajeros, el mayor de los tres. Ha llegado a las 10:00 horas, tras haber hecho escala en Lisboa. Sólo sus cinco piscinas son capaces de acoger a 1.000 pasajeros. También es muy moderno, su construcción finalizó en 2021, en plena pandemia. Hay restaurantes y salones propios para clientes VIP y el lujo casi se le sale por la borda. Cuenta con su propio parque acuático, un gran teatro y salas de juego. En sus restaurantes y bares dan servicio su propio pasaje, pero también hasta robots. Su capacidad máxima es de 6.000 pasajeros. Es el último en abandonar el puerto gaditano, al hacerlo a las 20:00 horas, dirección Marruecos.