EN CÁDIZ
Caminar hacia el ring ya ha supuesto para Johanna derrotar al cáncer. Pero por algo tiene grabada en su piel la frase 'No tengo fuerzas para rendirme'. Y así lo dijo al pasar el reconocimiento médico antes del combate. Para Yohanna, el muay thai es su vida.
Según se acercaba la pelea, Yohanna transpiraba tensión y algo de nervios. Los momentos previos al combate están plagados de rituales, desde el vendaje hasta los consejos que su entrenador y su novio no paran de darle.
Su combate acabó en derrota
Se producen los primeros golpes y los ánimos llegan desde su rincón. Su amigo Carlos Coello, luchador como ella, observa la pelea. Para Yohanna es otro ejemplo, ya que él perdió a su madre por un cáncer.
Cuando acabe su tratamiento contra un tumor maligno en el útero, pero siempre se mantiene positiva. Yohanna perdió el combate por el título mundial, pero no su ganas de luchar. Como cuando se implica en ayudar a niños con enfermedades raras.
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