QUEDÓ CON MARCAS EN SU CABEZA
Will Krause, de 29 años, se encontraba pescando en las Islas Ábaco, Bahamas, cuando el tiburón le atacó. El animal le propinó un mordisco en la cabeza y cuello.
Únicamente logra recordar el crujido del mordisco y ver su propia sangre en el agua. Sus compañeros del barco lograron taponar la herida del joven. Finalmente pudo escapar del ataque con puntos de sutura y una conmoción cerebral.