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El agua salada es un excelente conductor de la electricidad. Por eso, los surfistas tienen claro si deben meterse en el mar ante una tormenta eléctica. "No merece la pena hacer surf si hay una tormenta eléctrica", afirma Gino Innocencio, instructor de surf.
Los rayos buscan el camino más corto para llegar a la superficie, lo que convierte a los surfistas en un blanco para ellos. "Nunca sabes lo que puede pasar; es mejor esperar a que pase la tormenta para ir al agua".
Pero el surf no es el único deporte en el que los rayos son un peligro. Los jugadores de fútbol los han sufrido más de una vez: al peruano Joao Contreras le dieron por muerto desde el Twitter de su propio equipo después de que un rayo le cayera encima durante un partido.
No tuvo tanta suerte el masajista del Racing de Avellaneda. Un rayó acabó con su vida durante un entrenamiento del equipo argentino.
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