EXPERTOS DICEN QUE ESO NO ES ALPINISMO
Mucha gente quiere subir para conseguir el récord de su país o de su ciudad: "El Everest se ha convertido en una hoguera de las vanidades", afirma Darío Rodríguez, director de ediciones Desnivel.
"La ascensión al Everest se transforma en una enorme oruga humana", dice Darío. Lo que antes era una hazaña ahora es un pasatiempo turístico. Los ricos quieren subir a la montaña más alta del mundo por puro postureo. Subir esta montaña puede costar desde 30 y 35 mil euros hasta los 100 mil. El director de Desnivel afirma que esto no es alpinismo, sino turismo.
Además, cuanta más gente y más aglomeración haya en el Everest más peligroso es: puede haber un accidente que afecte al resto de turistas. Se estima que en esta primavera más de 1.000 personas harán cumbre en la montaña más alta del mundo.
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