"CUANDO DECIDÍ DEJARLO ERA MI MEJOR MOMENTO DEPORTIVO"
"Entrar en una piscina, me causaba ansiedad, super duro entrar en una piscina", empieza contando María Vilas. Se le entrecorta la voz al recodarlo, porque físicamente estaba genial: "Era mi mejor momento deportivo".
Tras los Juegos Olímpicos de Río, algo hizo 'click' en su cabeza, llegando a odiar la piscina: "Tenía estrés y agobio. El deporte lo hacía mucho más duro de lo que es".
Su familia, entrenador y también su psicóloga le ayudaron a su liberación. Hoy, dos años después, quiere superarme a sí misma al volver a la competición: "Me encantaría volver a los Juegos, pero no lo pienso mucho".
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