CASOS HABITUALES EN LAS MONTAÑAS
La momificación de los cuerpos de alpinistas desaparecidos es algo más habitual de lo que parece. Los datos hablan por sí solos: de los más de 300 escaladores que han fallecido en su ascenso al Everest, más de 200 aún continúan desaparecidos.
Para su identificación, que los cuerpos estén momificados es esencial. Por ejemplo, George Mallory y Andrew Irvine, leyendas del alpinismo, desaparecieron en el Everest en junio de 1924; 75 años después, una expedición logró localizar el cuerpo de uno de ellos.
Un hecho sorprendente es que otros cadáveres en la montaña sirven como referencia para que el resto de alpinistas sigan su camino.
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