SUBRAYA EL APOYO DE LA FAMILIA
Madrugones, más de cuatro horas de entrenamiento diarias y cuidar a tres hijos. Así es la vida de Nieves García: "Compaginar el deporte con la vida de madre es difícil".
Lo hace más fácil que son una familia de amantes de los caballos. Su marido es entrenador y uno de sus mayores apoyos: "Es importante siempre que la familia esté ahí apoyándote".
Aunque en muchas ocasiones ha tenido que elegir entre su deporte y sus hijos: "He llegado a dejar de competir por mis hijos. Me cuesta moverme, siempre tiro de los abuelos".
Unos apoyos que no le han faltado en sus 13 años de profesional, en los que ha ganado medio centenar de carreras, en un deporte en el que las caídas son más que peligrosas: "Les gusta verme competir pero lo pasan mal".
La razón es que en 2016 tuvo un accidente en el que sufrió graves fracturas. "Me caí, suerte que no me pisaron y me dieron varios golpes nada más", afirma Nieves García.
Pero como buena madre, es una luchadora, se levantó y sigue disfrutando de las carreras.
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