"NO ME LO CREO, PERO HICE HISTORIA"
Las apariencias engañan, y lo ha confirmado Andy Ruiz. Su figura oronda y los 121 kilos frente a los musculados 113 de Joshua en el pesaje ya llevaban a pensar que las apuestas a favor del británico tendrían razón.
Pero no. El destructor, con su nada atlética figura, dio una lección sobre el ring hasta que mandó a la lona por cuarta vez a la figura del campeón, imbatido hasta entonces tras 33 victorias.
Con su camiseta de los Knicks y delante de la bandera de México, celebraba el sueño conseguido: "No lo creo, pero gané, hice historia. Todo es posible".
Sólo pudo preparar el combate durante cinco semanas, desde que él mismo se propuso como candidato a la pelea por Instagram tras ser sancionado por dopaje el boxeador que iba a luchar. Su exceso de peso poco importa para el nuevo campeón de los pesados.
"Le molesta que le digan el 'gordito'. Sí está 'gordito', pero tiene punch", afirma su madre.
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