IMPLICADO EN PELEAS CALLEJERAS
Su hambre por los títulos reside en una peculiar motivación. De hecho, antes de cada combate, Andy Ruiz tiene la costumbre de comerse una chocolatina.
El boxeo salvó a Andy de una vida de infortunios. Natural de un barrio conflictivo de California, y de padres mexicanos, su infancia no fue nada fácil: sufrió bullying en más de una ocasión.
El bullying que sufría por su físico lo llevo a numerosas expulsiones del instituto e incluso peleas con la Policía. Llegó a pesar hasta 170 kilos.
Su padre le hizo reaccionar al inculcarle la cultura del boxeo. Ahora, Andy cuenta con 33 victorias y una sola derrota.
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