CADA VEZ HAY MÁS MUJERES QUE SE DEDICAN AL ARBITRAJE
Ha de ser dura la vida del árbitro por todos los insultos que soporta tanto durante un partido como después e incluso antes. Y más dura ha de ser la vida de las árbitras, que a dichas faltas de respeto se le suma el machismo que soportan por el mero hecho de ser mujeres y por coger un silbato.
Bien lo sabe Sara Pérez, árbitra de baloncesto: "Un día salí llorando, se tiraron todo el partido insultándome".
Asunción Langa, una de las 'veteranas', habla sobre cómo se comportan los chicos con ella. "No se cortan porque seas mujer", afirma.