Billar
O'Sullivan se ha proclamado por séptima vez campeón del mundial de snooker. Esta es la polémica vida de la leyenda del billar.
Roonie O'Sullivan acaba de proclamarse, otra vez, el mejor del mundo de billar, de snooker. Pero detrás de él, hay toda una historia de luces y sombras. No siempre es tan tranquilo como cuando apunta a la tronera, directo al agujero.
Ronnie O'Sullivan, el chico malo del snooker, se vuelve a proclamar campeón del Mundo. Y ya van 7. Algo que su rival, ya preveía incluso antes de empezar. Con este campeonato, O'Sullivan, apodado 'El cohete', iguala al escocés Stephen Hendry.
Esta corona mundial llega tras las de 2001, 2004, 2008, 2012, 2013 y 2020. La final fue igualadísima frente a su compatriota Judd Trump, número 1 mundial. Además, se convierte en el campeón más veterano y logró el récord de 39 victorias en torneos de ránking y 21 en torneo de la Triple Corona.
El jugador más polémico
Un jugador más que controvertido dentro de la pista. Donde le hemos visto hacer de todo, empaparse al ganar, reírse del rival, jugar las partidas descalzo e incluso tirarse pedos y echarle la culpa al árbitro.
Pero fuera de la pista no se queda corto. Sus coqueteos con las drogas y el alcohol, le han alejado de muchos torneos. Y le llevaron a trabajar en una granja de cerdos para desintoxicarse, aunque ya ha aprendido la lección.
Para el mejor jugador de la historia, es centrarse únicamente en el deporte, porque encima del tapete no tiene rival. Ese es Ronnie O'Sullivan, el cielo y el infierno del snooker, unidos en una sola persona.