Patines
¿Se imaginan deslizarse por las calles nevadas de un pueblo sobre unos patines hechos de madera? En Georgia lo hacen, se trata de una tradición ancestral que dos amigos han decidido recuperar y lo han conseguido. Se llama Lukvrame.
La historia se desarrolla en los escarpados valles de Svaneti, en el Cáucaso. Allí el frío es el rey, pero sus habitantes están acostumbrados a enfrentarse a él para poder vivir. Los desplazamientos son difíciles por la nieve, pero siempre han sido capaces de solventar las adversidades gracias al uso de patines, una especie de esquís hechos de hierro y madera.
Subidos a ellos y sujetos a unas asas bajan a toda velocidad por la localidad de Mestia, Georgia. Así ha sido toda la vida para ir de un lugar a otro.
Ahora en este mundo competitivo en el que vivimos, dos amigos, nostálgicos de su niñez, han decidido que esa actividad, tenía que volver y convertirse en un deporte, el Lukvrame, "que significa congelado", tal y como nos cuenta Andro Burduli. Él es uno de los organizadores de las primeras carreras que ya se han empezado a celebrar , con tal éxito que ha superado todas las expectativas.
Los fabrican en las carpinterías del pueblo
Para los artesanos del pueblo también ha sido apasionante recuperar la costumbre de hacer de manera artesanal esos patines con asas, con los que luego los "esquiadores" se lanzan como locos cuesta abajo por las reviradas calles de Mestia.
Los elaboran en las carpinterías y fraguas del pueblo con madera de arce, el asa de nogal y la base de hierro, que es lo que está en contacto con la nieve. "Me trae nostalgia, este es el camino para recuperar esta bonita tradición", dice emocionado Leri Niguriani, otro de los impulsores del Lukvrame.
Tras la competición todos los participantes coincidían en lo mismo, en que no se trataba de ganar sino de pasarlo bien y haber llegado abajo de una pieza. Esto último lo consiguieron, afortunadamente, no hubo ningún lesionado, pese a que el riesgo es más alto de lo que parece. Habrá que probarlo… con cuidado.