Tenis
El tío de Rafa Nadal ha explicado en 'Espejo Público' que las sensaciones de su sobrino antes de marchar a Melbourne, donde ha hecho historia, eran malas. "Su fe inquebrantable en la victoria es lo que le diferencia del resto"
"Partidos como el de ayer son los que dan sentido al deporte". Esas han sido las primeras palabra de Toni Nadal esta mañana, en 'Espejo Público', con las que ha analizado -visiblemente emocionado y todavía algo afónico- la gesta lograda por su sobrino Rafa horas antes en Australia, donde levantó su 21 Grand Slam para convertirse en el mejor tenista de la historia.
Entre otras cosas, Toni Nadal ha puesto de relieve la capacidad de Rafa de "sobreponerse" a todos los contratiempos de las últimas semanas, con lesiones y positivo por coronavirus incluido, y la forma en la que le dio la vuelta a una final que tenía "prácticamente perdida".
"Cómo levanta esos dos sets y ese juego en contra 0-40 con el 2-3 del tercer set... Eso es lo que le hace diferente al resto, esa fe inquebrantable en la victoria", ha dicho.
Dudas antes de partir a Australia
Toni ha explicado que tres días antes de viajar a Melbourne, Rafa Nadal -recién salido de un contagio por Covid- no se encontraba bien y desconocía si iba a participar en el Open. "Me dijo que estaba mal, y que no sabía si viajaría. Esa misma noche llamó a mi hijo para entrenar un poco y probarse".
A la mañana siguiente, tras el breve entrenamiento, dijo "me voy". Se fue e hizo historia. Toni ha explicado que tras levantar el trofeo, Rafa le llamó "completamente destrozado y acalambrado, sin poder moverse". Al punto de que en la entrega del trofeo "tuvo que sentarse en una silla porque las piernas no le aguantaban" tras más de cinco horas de partido.
"Se lo he visto hacer otras veces", ha recordado Toni. "Le he visto momentos de no poder más, y al final salir y hacer un esfuerzo extra porque yo creo que la cabeza te da siempre para un poco más. El físico no, pero la cabeza sí".
El tío del mejor tenista de la historia ha confesado, por último, que Rafa le explicó una vez que, cuando se retirarse, jamás se iba a arrepentir de no haberlo dado todo en la pista. "Puedo ser el 1 o el 21 del mundo, pero me voy a ir con la conciencia tranquila de haber hecho siempre todo lo que estaba en mi mano".