Violencia fútbol
La segunda división turca se convierte en escenario político del desprecio de la mayoría turca a la minoría kurda del país.
El partido entre el Bursaspor de Bursa, la cuarta ciudad más grande de Turquía, y el Amedspor de Diyarbakir ha dejado imágenes escalofriantes.
El ambiente llegaba caldeado por la afición del Bursaspor, equipo de fuerte representación nacionalista turca entre sus hinchas. La noche anterior, estos habían rodeado el hotel de los aficionados del Amedspor para dedicarle cánticos racistas por su origen kurdo. El equipo pertenece a la ciudad de Diyarbakir, población perteneciente a la región del Kurdistán. Horas más tarde, el autobús que trasladaba a los jugadores fue apedreado a su llegada al Timsah Arena, con capacidad para 43.000 espectadores.
Antes del partido ya hubo incidentes
Ya en la previa del partido, nada más salir a calentar, los jugadores del Amedspor fueron recibidos con insultos racistas, petardos y botellas de cristal por parte del público local. El problema se trasladó al césped, en el que futbolistas de ambos equipos tuvieron sus más y sus menos.
No se contempló suspender el partido en ningún momento
Luego comenzó un partido que nunca debiera haberse iniciado. Durante los noventa minutos, la afición del Bursaspor estuvo repitiendo los comentarios racistas y lanzando al campo todo tipo de objetos. Hasta navajas. Incluso se vio a una persona lanzando objetos con tirachinas. Alguno alcanzó al portero visitante que, junto al resto del equipo, tuvo que abandonar el campo escoltado por los antidisturbios, mientras una lluvia de botellas caía al campo.
La presidencia del Bursaspor ya ha condenado los ataques: "Manifestamos que estamos en contra de tales acciones, no aceptamos tal comportamiento bajo ninguna circunstancia. Anunciamos al público que aplicaremos la ley". Al mismo tiempo, el Bursaspor publicaba en sus redes un vídeo de hace unos meses en el estadio del Amedspor donde a sus jugadores también les tiraban de todo.
"condenamos estas provocaciones y actos de violencia"
Siete personas ya han sido detenidas. Varias de ellas forman parte de la propia seguridad privada del estadio. Los jugadores del Amedspor les acusan de haberse excedido al intentar sofocar la pelea que se organizó en los vestuarios una vez finalizado el encuentro.
"lo que pasó en el partido es inaceptable y no tiene cabida en el deporte"
El ministro de interior turco, Süleyman Soylu , ha anunciado medidas para que no vuelva a repetirse un espectáculo tan vergonzoso: "lo que pasó en el partido es inaceptable y no tiene cabida en el deporte".