JOHN COUGHLIN LO HIZO

El terrible relato de Ashley Wagner, subcampeona mundial de patinaje: "Fui agredida sexualmente cuando tenía 17 años"

Ashley Wagner, patinadora estadounidense plata en los Mundiales de 2016, ha destapado las agresiones sexuales que sufrió cuando tenía 17 años por parte de su compañero, John Coughlin. Revela que él se metió en su cama, la besó y la tocó. El pasado enero, Coughlin se suicidió.

Ashley Wagner, plata en los Mundiales de 2016: "Era junio de 2008. Acababa de cumplir 17 años. Había acudido a un torneo de patinaje artístico en Colorado Springs y algunos de los participantes estábamos teniendo una fiesta en una casa".

Los pelos se te ponen de punta cuando empiezas a leer la carta que muestra la historia oculta de la subcampeona del mundo en 2016, Ashley Wagner. No te lo crees, pero sí. Otra historia más que parece no sorprendernos, porque cada vez son más frecuentes, más sonadas, pero igual de impactantes.

"Siempre estuve muy centrada en el patinaje", continúa, "de manera que nunca había ido a una fiesta. Conocía a todos y me pareció bien ir a divertirme un rato. Tampoco había bebido nunca, pero todos mis amigos lo hacían y tuve curiosidad".

Cuando la fiesta finalizó, nadie podía llevarla de vuelta a su hotel, así que decidió quedarse a dormir allí junto a sus amigas. "Me sentía segura. Mis amigas estaban allí", asegura. Poco después ya estaba durmiendo.

"Fue en mitad de la noche cuando lo sentí arrastrándose por mi cama. Yo estaba durmiendo y no me moví porque no entendía lo que significaba. Pensaba que solo buscaba un sitio donde dormir. Pero después, empezó a besar mi cuello", añade.

Hace una pequeña pausa, respira como si todavía estuviera allí y continúa: "Me hice la dormida, esperando que parase. No lo hizo. Cuando sus manos empezaron a tocarme, cuando se puso encima de mí, traté de moverme para que creyera que me estaba despertado. Pensé que entonces pararía. Tampoco lo hizo".

Él tenía 22 y ella 17. "Él era un hombre, pero yo solo era una niña", comprende ahora Wagner. Él continuó y ella seguía haciéndose la dormida, esperando que parara en cualquier momento. "Cuando el siguió, empecé a asustarme porque era mucho más grande que yo", asegura.

En un momento decidió hacer algo y empezó a alejarse de él mientras que éste le daba besos en el cuello. Entonces gritó, se apartó, le pidió que parase y lo hizo. "Me miró durante unos segundos y luego se levantó y salió de la habitación". Todo ello en cinco minutos, posiblemente más largos de lo que parecen.

Se metió en su cama, la besó y la tocó. Después se fue y al día siguiente él actuó como si nada hubiera ocurrido, igual que ella. De hecho, Wagner pensó que quiza lo había malinterpretado. A ella nunca le explicaron lo que era el consentimiento y cuando lo supo, también pudo dar nombre a lo que había ocurrido: había sido abusada sexualmente. Sin embargo, tenía un futuro prometedor y no quería ser recordada como la 'patinadora dramática' En definitiva, no quería causar problemas.

Ahora Ashley ha dado un paso adelante. Ha dado su nombre. "John Coughlin era un prometedor patinador que se suicidó en enero, y yo entendía las consecuencias que habría si desvelase su nombre. Pero un nombre permite comprender mucho mejor mi caso. Sin él, sé que la gente cuestionará mi credibilidad".

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