Open de Australia (3-6, 3-6, 6-4, 6-4 y 6-3)
El número cuatro del mundo se convierte en el primer italiano en ganar en Australia tras remontar un doble 3-6 en contra ante un Daniil que fue de más a menos y que volvió a dejar escapar una ventaja de dos sets en la final de Melbourne, como ante Nadal en 2022.
Jannik Sinner ya es campeón de Grand Slam. El tenista de 22 años (San Candido, Italia) ha entrado en la historia del tenis tras convertirse en el primer italiano que gana el Open de Australia y en el tercero en ganar un grande (Pietrangeli x2 y Panatta). El transalpino, además, lo hizo a lo grande y remontando a la épica a un Medvedev que empezó arrasando (3-6, 3-6) pero que fue de más a menos y que volvió a ceder una ventaja de dos sets a cero como hiciera ante Rafa Nadal en 2022. Quinta vez que el moscovita cede en la final de un Grand Slam (solo ganó la del US Open 2021).
La historia del tenis acoge este domingo a un nuevo campeón de major, y lo hace tras una nueva final de infarto en Australia. Con Daniil otra vez como víctima y Jannik como nuevo héroe y gran campeón al que 'solo' le faltaba este partido para confirmarse como uno de los nuevos relevos del tenis mundial: Alcaraz, él, Daniil y pocos más pueden decir eso.
Muy cruel volvió a ser el tenis para el ruso, que en 2022 también cedió en la final ante Rafa Nadal cuando dominaba dos sets a cero y rozaba el break en el tercero. La historia fue casi calcada, un inicio arrollador, fulgurante y decidido del moscovita, que con cinco finales más que Jannik, impuso su experiencia y una estrategia agresiva que sorprendió al de San Candido. Doble 6-3 en 1h26. Sinner tenía que reaccionar sí o sí si no quería despedirse en un abrir y cerrar de ojos del partido más importante de su carrera, hasta el momento... No le quedaba margen de error. Otra vez todo a favor para Daniil pero...
La final iba a ir para largo porque el verdugo de Djokovic no había ni llegado a la final. Ya lo hizo en la recta final del segundo parcial y se vio obligado a meter una o dos marchas más en el tercero. Fue un parcial fugaz, sin errores al servicio ni opciones para el que restaba, pero Jannik iba calentando la máquina hasta llegar a ese décimo juego que los expertos del tenis dicen que es decisivo. El tenista de 22 años pilló desprevenido a su rival por primera vez y le endosó un break que le metió de lleno en la final.
Daniil, con muchas más horas en pista, empezaba a ver los fantasmas que le atormentaron en la final de 2022 ante Rafa, las tornas cambiaron totalmente, uno iba a más y el otro claramente a menos. Cuestión de dinámicas como diría alguno. Exactamente en el mismo juego del cuarto set volvió a dar la estocada el italiano, nuevo break y otro 6-4 que llevaría la final al parcial definitivo. Y sí, la inercia y la historia reciente se volvieron en contra del pobre Medvedev, cuyos golpes ya no hacían el mismo daño que al inicio y las piernas no le respondían a los cañonazos del italiano, que volaba sobre la Rod Laver. El quinto set no sorprendió a nadie. Fue una consecuencia de las dos últimas horas de final y de los recientes enfrentamientos entre ambos (cuatro victorias seguidas del italiano), arrolló Jannik y su rival no tenía respuesta ni gasolina para nada más. La situación le pasó por encima y ya era la crónica de una tragedia anunciada. 6-3 en 39 minutos para culminar otra remontada para la historia, la última así fue la de Rafa hace dos años, también en Australia y con Daniil al otro lado de la red, que es la quinta vez que claudica en las seis finales de Grand Slam que ha disputado (3 en Australia y 3 en Estados Unidos, solo levantó el título en el US Open 2021).
El tenis, por su parte, ya tiene a dos nuevos relevos totalmente confirmados y licenciados con nota: Carlos Alcaraz (ganador en US Open y Wimbledon) y Jannik Sinner (Australia). El presente y el futuro es suyo, ahora solo falta ver si alguien más se une a ellos, momento para que los Tsitsipas, Rublev, Zverev y compañía den el paso definitivo, porque sino estos dos, con permiso de Daniil y lo que le quede a Novak, que no parece poco, se repartirán la tarta los próximos años... Próxima gran parada: Roland Garros. Se les ha esbozado una sonrisita y lo saben...