Tenis
El español pone punto y aparte para volver más fuerte en su baile final: "En los últimos dos años mi día a día ha sido de nivel muy bajo pero las victorias lo enmascaraban".
Si yo pudiera hablar personalmente con Rafael Nadal Parera en estos momentos no dudaría en decirle: "Rafa, ¡ahora te toca disfrutar! ¡carajo!". La leyenda número 1 del deporte español anunció este jueves su baja en Roland Garros y su intención de "no jugar el resto del año" y prepararse para "competir y disfrutar en 2024", el que en principio será su último año como profesional. Tal vez, entre los recuerdos, las memorias, los nervios, y alguna que otra lagrimilla de alguno se nos haya pasado por alto la palabra "disfrutar". El balear la ha pronunciado en varias ocasiones durante su discurso y en ella se encuentra la explicación de su decisión y lo que al fin de al cabo busca cualquier persona en su vida y concretamente en su profesión: disfrutar.
Porque ganar no siempre es disfrutar
Porque ganar no siempre es disfrutar, porque competir no siempre es disfrutar, porque dedicarte a lo que amas no siempre es disfrutar. Es un vocablo que indirectamente lo incluimos en la ecuación pero que no siempre va unido a ella. La profesión del deportista, por todos elogiada y envidiada a partes iguales, esconde momentos malos incluso en los mejores días. Es verdad que, en general, los mejores en sus respectivas disciplinas ganan cantidades ingentes de dinero, premios, distinciones individuales y la mayoría salta a la fama en menor o mayor medida. Nadal va sobrado de todo esto.
Ganar y disfrutar tienen que ir de la mano
El tenista de 37 años ha ganado absolutamente todo y en la recta final de su carrera ansía simplemente dos cosas: retirarse en la pista siendo competitivo y disfrutar de su pasión: jugar al tenis. Sí, disfrutar como disfrutas tú jugando con el vecino, tu amigo del colegio o tu mismo hermano, aunque alguno de ellos no sepa ni coger una raqueta. Esa sensación de jugar a lo que te gusta por mal que se te de es inigualable. La 'pequeña' diferencia que puede haber entre cualquiera de nosotros y Rafa es que el balear es uno de los mejores de la historia empuñando una raqueta y cuando salta a una pista, además de disfrutar, es capaz de ganar a cualquier tenista en cualquier superficie y en cualquier torneo. Pero amigos, tenemos tantas ganas de verle triunfar cada vez que se viste de corto que a veces nos olvidamos de lo más importante. Disfrutar y ganar, ganar y disfrutar tendrían que e ir siempre de la mano. Rafa desgraciadamente solo ha tenido un 50% de la ecuación en los últimos años.
Y no lo digo yo, lo ha dicho él mismo en la rueda de prensa que ha ofrecido este jueves en su academia de Manacor. Si hacemos un pequeño repaso de su último año y medio todos lo entenderán perfectamente. Demasiados parones, demasiadas lesiones...
Cronología de una pesadilla
Vayamos por partes, a principios del año pasado reapareció en Australia para firmar con letras mayúsculas el que ha sido uno de los milagros más alucinantes que el deporte ha presenciado en los últimos años: ganar el Grand Slam australiano tras 13 años sin hacerlo, después de 5 meses de total inactividad y remontando un 0-2 ante Medvedev (incluido un 2-3, 0-40 para el ruso en el 3º) en la gran final. Después ganó Acapulco, llegó a la final de Indian Wells y la perdió ante Fritz tras sufrir una fisura en el costado que le apartó de las pistas mes y medio. Primer golpe de la temporada.
El pie en Roma y el abdomen en Wimbledon
Tras recuperarse como buenamente pudo reapareció en Madrid y solo pudo ganar a Kecmanovic y Goffin antes de caer en cuartos ante Carlos Alcaraz. Roma estaba a la vuelta de la esquina y ahí todo estuvo a nada de irse al traste. El pie de Rafa dijo basta yelsíndrome de Müller-Weissque le persigue desde sus primeros pasos hizo su mayor acto de aparición ante Shapovalov (2º ronda). Jugó partido y medio completamente cojo. La cara y el cuerpo que se le quedó a Rafa y a toda España fue un poema. Su retirada estuvo más cerca de lo que pensamos, así lo aseguró poco después. Pese a todo, menos de un mes después, Nadal forzó, jugó y ganó Roland Garros con el pie completamente dormido. Ganó pero estuvo lejos de divertirse en la pista. Mas cayó la 14º Copa de Mosqueteros y el 22º Grand Slam, último hasta entonces.
Otra rotura abdominal en el US Open y el psoas en Australia
Turno de la breve pero intensa 'temporada' de hierba. Después de cuajar un torneo impecable en Wimbledon se vio obligado a retirarse antes de jugar las semifinales tras terminar el encuentro ante Fritz (victoria en 5 sets y 4h20) con una rotura de 7 milímetros en su abdomen. Fuimos testigos de un nivel excelso de Rafa en el All England Club que hacía el menos 3 años que no veíamos. El maldito abdomen nos privó de una semis ante Kyrgios que hubiera reventado las audiencias. Fue el tercer golpe físico y moral en la temporada, el vaso seguía llenándose.
Desde ese momento todo ha sido una auténtica pesadilla: cayó en su debut en Cincinnati ante Coric, en octavos del US Open ante Tiafoe (volvió a romperse el abdominal), en su primer partido en el Masters de París ante Paul, sufrió una eliminación precoz en la fase de grupos en las ATP Finals y en 2023 perdió 3 de los únicos 4 encuentros que disputó (2 en la United Cup y uno en Australia antes de su última lesión en el psoas ilíaco). El 18 de enero saltó a la pista por última vez. 4 meses ya...
Recapitulando y por si te has perdido entre tanto dato, año, torneo y demás: desde agosto de 2021 ha jugado 14 torneos y en solo 7 ha podido competir al 100% (o algo que se le parezca). Ha ganado 4 títulos en este intervalo de tiempo pero... ¿quién puede disfrutar así? Está claro que el camino es parte del proceso y de las victorias porque... a veces nos acordamos más del cómo que del qué. A Rafa le ha faltado el 'cómo' desde "la pandemia de coronavirus". "Mi día a día era de un nivel bajo y a nivel personal y de trabajo diario, que a uno le da la felicidad, estos últimos años tras la pandemia han sido realmente difíciles y me ha costado tener continuidad sobre todo por culpa del físico y eso al final se traslada al terreno personal, pero lo enmascaran las victorias", apuntaba el balear ante los periodistas.
Volverá cuando quiera y pueda
Por lo tanto, tras 20 años de carrera al máximo nivel y dándonos las mejores alegrías de nuestras vidas semana tras semana... "Ahora te toca a ti, Rafa". Te toca disfrutar, tomarte su tiempo, "olvidar los horarios", y hacer cosas a las que no has tenido acceso durante tantos y tantos años.
De manera directa e indirecta, tanto él propio Nadal como todos y cada uno de nosotros hemos estado inmersos en la vorágine de su lucha contra Djokovic por ser el más grande de la historia y entre medias hemos podido olvidar lo más importante: disfrutar mientras se juega, mientras se gana mientras se pierde. De eso trata el deporte, ¿no? Si uno deja de pasárselo bien... ¿para qué seguir? ¿para qué forzar? Cuando Rafa quiera, pueda y esté preparado volverá para competir, luchar, ganar y disfrutar. Sobre todo disfrutar. Porque se lo merece como nadie. La rueda de prensa es para los periodistas, el lugar de Nadal está en la pista y en los corazones de todos y cada uno de los fans al tenis y al deporte. Pero Rafa, ahí ya estabas desde hace muchos, muchos años. Y ahí seguirás para siempre.