MASTERS DE MONTECARLO | 6-4, 6-2
Rafael Nadal se quedó fuera de la final del torneo de Montecarlo que conquistó en once ocasiones, después de ser superado por el italiano Fabio Fognini, más aclimatado a las circunstancias, y que disputará ante el serbio Dusan Lajovic la primera final de un Masters 1000 en su carrera.
El tenista de San Remo, de 31 años y decimoctavo jugador del mundo, logró su cuarto triunfo sobre el español, en los quince enfrentamientos que con este han protagonizado, por 6-4 y 6-2 después de una hora y 37 minutos.
Incómodo por la virulencia del viento en la pista central del Montecarlo Country Club, Nadal no se sintió a gusto en ningún momento del partido en un torneo que ha ganado en once ocasiones, las tres últimas de forma consecutiva.
La amenaza que planeó sobre el balear en el torneo de cuartos de final, cuando el argentino Guido Pella le llevó al límite y le puso sobre aviso en Montecarlo, le alcanzó al español en la semifinal que puso fin a su racha de dieciocho victorias seguidas y veinticinco sets ganados del tirón. Los errores marcaron el inicio del encuentro. Cuatro roturas de saque en los cinco primeros juegos delatan las imprecisiones, sobre todo con el servicio, de ambos tenistas.
Nadal dio la sensación de tener controlada la situación cuando se situó con 3-1 y el saque. Pero el transalpino, que no ha jugado final alguna en lo que va de curso, enmendó la situación y llevó el parcial a 4-4. Ganó los dos siguientes y cerró el set.
Lejos de reaccionar Fognini apretó el acelerador. Encontró su mejor tenis ante un desdibujado rival. Incrédulo en un escenario que le coronó en tantas ocasiones. El italiano se apuntó ocho juegos seguidos para cerrar el partido de forma contundente ante un adversario que ofreció su peor versión, especialmente sobre la superficie en la que tanto tiempo ha reinado. Fognini disputará su primera final de la temporada.
Será también un primerizo en un Masters 1000, que disputará contra el serbio Dusan Lajovic, que previamente ganó al ruso Daniil Medvedev, décimo favorito del torneo y 14 del ránking mundial, al que venció por 7-5 y 6-1 en poco más de hora y media de partido.
El tenista serbio nunca se ha visto en una circunstancia parecida y menos en un Masters 1000, por lo que de su capacidad para controlar sus emociones dependerá muy mucho su rendimiento en la final del torneo monegasco.