Dudas
Rafael Nadal habló en rueda de prensa tras una dura derrota ante Djokovic en la semifinales de Roland Garros y dejó en duda su presencia en Wimbledon, siguiente Grand Slam
Rafa Nadal sufrió ayer su tercera derrota en Roland Garros tras 107 partidos oficiales. El mallorquín perdió ante Novak Djokovic en las semifinales del torneo parisino en un partido de época pero en el que el serbio fue mejor y mereció el pase a la gran final.
Sin embargo, esto es agua pasada y en apenas dos semanas (28 de junio) comienza el siguiente Grand Slam de la temporada, Wimbledon. Un torneo que le gusta al balear pero que solo ha ganado dos veces y la última fue hace 11 años, hay poco tiempo de recuperación y las características de la hierba nunca han beneficiado a Nadal.
"Es diferente de cuando tenía 25, 26 o 27 años, ahora tengo 35, tengo que ver cómo me recupero en todos los sentidos y entonces se tomará la decisión de si juego Wimbledon o no. Ahora no estoy capacitado para tomar esa decisión. No tengo ni el físico, ni la claridad mental para poderlo pensar a dos semanas vista. Necesito un tiempo de tranquilidad y días de vacaciones, respirar un poco, disfrutar del buen tiempo de Mallorca...", concluyó el balear.
Una dura derrota ante Djokovic
El 13º veces campeón de Roland Garros perdió una enorme oportunidad de volver a levantar el trofeo de los mosqueterosy convertirse así en el jugador con más Grand Slams de la historia del tenis, 21. Sin embargo, Djokovic aprendió la lección del año pasado y supo jugarle y contrarrestar su juego como nadie lo ha hecho.
Tras el partido, Nadal valoró su derrota: "No soy una persona de hacer celebraciones cuando se gana, ni grandes dramas cuando se pierde. Estoy preparado para aceptar la victoria y la derrota; aunque es un torneo muy importante para mí, soy consciente de que no se puede ganar 15 o 16 veces. Volveré con la ilusión y el trabajo necesario", explicó el español.
Pese a ser una derrota muy dura para Nadal, no quiso darle demasiada importancia, pese a que se le veía cansado y muy decepcionado al perder una oportunidad de oro.