Coronavirus
El Open de Australia no permitirá la entrada de público a partir de este sábado después de que el primer ministro del estado de Victoria, Daniel Andrews, decretara nuevas restricciones tras el nuevo brote de la cepa británica de coronavirus encontrado en un hotel en Melbourne.
El orden de juego proseguirá con su programación estipulada como consecuencia de que las nuevas restricciones tan sólo afectan a la presencia de espectadores. Andrews explicó que los protocolos se aplicarán tras el descubrimiento de la "hiperinfecciosa" variante británica del virus que se transmite muy rápidamente.
Los tenistas, en una 'burbuja'
“Grandes y pequeños eventos deportivos profesionales funcionarán únicamente como un lugar de trabajo normal pero no tendrán la función de un evento de entretenimiento porque no habrá público. El trabajo, además, se reducirá al mínimo con la intención de mantener un ambiente seguro”, explicó en rueda de prensa este viernes.
El gobierno tomó la decisión después de encontrar el decimotercer positivo relacionado con este brote. La jornada del sábado, una de las más populares del torneo puesto que es el primer día del fin de semana en el que se pueden presenciar encuentros entre cabezas de serie por tratarse de una tercera ronda, será la primera en disputarse a puerta cerrada.