UNA DE LAS HISTORIAS DEL AÑO
30 libras. Eso es lo que cobraba Marcus Willis por cada clase de tenis que daba antes de ser profesional. No llegaba a final de mes y quería cumplir su sueño de jugar en el circuito profesional de la ATP.
Willis era aficionado a la comida, algo que le llevó a sufrir sobrepeso y lesiones, pero dijo basta y se puso a dieta. Perdió 25 kilos en dos años y todo con el mismo objetivo en mente: llegar a ser profesional.
Antes de empezar Wimbledon, era el número 772 del ránking, un completo desconocido, pero sus victorias le hicieron enfrentarse a su ídolo, a Roger Federer. Perdió, pero ganó el aprecio de la pista central de Wimbledon y del mundo del deporte.