Tenis
El australiano cayó eliminado con Jannik Sinner en un encuentro en el que acabó totalmente desquiciado: recibió un juego de sanción.
La actuación de Nick Kyrgios en el cuadro individual del Masters 1000 de Miami terminó en octavos de final, en el partido contra el italiano Jannik Sinner. El australiano perdió el encuentro (7-6 y 6-3), pero también perdió los nervios por enésima vez.
El australiano se encaró con el público de Florida y fue advertido por el juez de silla, el mediático Carlos Bernardes. Lejos de calmarse, Kyrgios se discutió con el árbitro, le empezó a gritar y del enfado se puso a golpear la raqueta contra el suelo hasta romperla.
Bernardes, ni corto ni perezoso, le metió un juego de sanción por evitar una descalificación directa.
"Puto retrasado"
Kyrgios siguió mostrando su enfado durante todo el partido: no paró de mirar al juez de silla de manera amenazante y al término del encuentro le llamó "puto retrasado".
Sinner lo supo aprovechar y después de un primer juego en el que superó al australiano al desempate, se llevó el segundo de manera mucho más cómoda. En cuartos se medirá al argentino Francisco Cerundolo, gran sorpresa del torneo.
Alcaraz, con paso firme
Alcaraz, por su parte, sigue asombrando al mundo con su tenis y ya está en cuartos del Miami Open. Esta vez lo hizo con un partidazo ante el griego Tsitsipas que se vio sorprendido al encajar una remontada firmada por el tenista español de solo 18 años. No parecen intimidarle los grandes tenistas y ha ganado de nuevo a un Top-10.