US Open
El australiano Nick Kyrgios ha protagonizado otra escena en la que pierde los nervios, en este caso, tras perder en los cuartos de final del US Open contra Khachanov. Después, en rueda de prensa dijo estar "devastado".
Nick Kyrgios no pudo con Karen Khachanov en los cuartos de final del US Open tras un partido largo y trabajado que terminó 7-5, 4-6, 7-5, 6-7(3) y 6-4 a favor del ruso. Fueron casi 4 horas de partido en la que el australiano firmó una buena actuación, que quedó deslucida al final del partido por un nuevo arrebato que pagó con sus raquetas.
Nada más perder y saludar al árbitro, el australiano cogió una de sus raquetas, la destrozó contra el suelo y la lanzó a mitad de la pista. Después, siguió sin templar sus nervios y sacó otra del raquetero para darle otro golpe contra el suelo. Todo ello, mientras el público todavía seguía en la pista levantándose de sus asientos y mientras su rival, Khachanov, saludaba y agradecía el apoyo a los asistentes.
"Devastado" en rueda de prensa
Tras la escena, ya en rueda de prensa más calmado explicó que tras la derrota se sentía "devastado". Con todo, el australiano no restó méritos a su rival: "Estoy devastado, pero todo el crédito para Karen, es un luchador, un guerrero, hoy creo que sacó muy bien. Probablemente haya sido el mejor sacador contra el que me haya enfrentado en el torneo, fue increíble la forma en que golpeó bajo presión desde cada lugar de la pista".
Kyrgios explicó también que tenía algunos problemas físicos en la rodilla debido a la acumulación de partidos en los últimos meses. "Nada más saltar a la pista me sentí un poco tocado, así que modifiqué algunas cosas. Por suerte, luego terminé sintiéndome bien", dijo aunque insistió que son problemas que puede tener cualquier jugador y no es "nada grave".
El australiano, muy sincero, que se sentía como "una mierda". Lo cierto es que el tenista lleva un gran año donde llegó a la final de Wimblendon tras la retirada de Rafa Nadal: "De verdad siento que estos cuatro torneos ya son los únicos que me van a importar, es como si tuvieras que empezar otra vez de cero hasta que llegue el Open de Australia" y definió al resto de torneos como "una pérdida de tiempo".