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Open de Australia (6-1, 6-2, 6-7, 6-3)

Jannik Sinner destroza la historia del tenis y termina con el idilio de Djokovic en Australia

El joven italiano se convierte en el primer tenista que vence al serbio en semifinales del Open de Australia tras firmar un partido de ensueño. Djokovic no perdía aquí desde 2018 y tendrá que esperar a Roland Garros para conquistar su 25 major. Jannik jugará el domingo su primera final de Grand Slam, será ante Medvedev.

Jannik Sinner (San Candido, Italia, 2001) y número 3 del mundo, ha sido el primer tenista de la historia capaz de fulminar a Novak Djokovic (6-1, 6-2, 6-7, 6-3) a partir de cuartos de final en el Open de Australia, donde el serbio acumulaba un histórico récord de 20 victorias y 0 derrotas (entre semifinales y final con 10 títulos). El italiano de solo 22 años se mete en su primera final de Grand Slam y se medirá a Daniil Medvedev o Alexander Zverev en el partido por el título.

Baño en los dos primeros sets

Era sin duda el paso que necesitaba en su carrera, el transalpino se ha apuntado a su primera final en un major y lo ha hecho ganando al mejor tenista de siempre en esta pista (no perdía desde 2018 ante Chung), endosándole un 6-1, 6-3 en los dos primeros sets y sacando como jamás nadie lo ha hecho, Novak no tuvo ni una sola de break a favor durante todo el partido (3h26), algo que no ha debido ocurrir nunca en toda su carrera.

Novak no tuvo ni una sola bola de break en 3h26

Sinner jugó contra la historia en la Rod Laver Arena y con solo dos hechos a los que aferrarse: la primera es que nunca había jugado mejor en un Grand Slam (se plantó en semis sin perder un set) y la segunda es que sabía que había ganado recientemente al serbio, concretamente en dos de los últimos tres partidos (ahora 3 en los últimos 4). Y cómo jugó esas cartas Jannik...

Dos primeros sets de ensueño (6-1 y 6-3 en 1h15) le colocaron a uno, siempre el más complicado, de completar la hazaña. A Djokovic le molestó mucho el sol, como ante Fritz, pero sobre todo una salida totalmente fulgurante de su rival, que le rompió el servicio en el inicio de ambos parciales. No obstante, en el pasado ya se había encontrado en esta peculiar situación ante el de Belgrado, fue en cuartos de Wimbledon 2022 (empezó ganando 7-5 y 6-2 pero terminó encajando una paliza en los tres siguientes). Hoy, en cambio, tenía más tenis, más experiencia, más confianza y una fortaleza mental que no existía hace dos temporadas.

Djokovic se lleva el tercero en el tiebreak, ¿empieza la remontada?

Djokovic, por su parte, no iba ceder su trono tan fácilmente, no le quedó otra que subir su nivel y aferrarse al partido a partir de su saque. Así lo hizo en el tercero, donde forzó el tiebreak y se lo llevó por 8-6 en lo que parecía convertirse en la historia de siempre. ¿Llegaba la remontada? A Jannik le pudieron entrar los nervios, esos que siente todo ser humano cuando se ve posible 'ganador' ante Nole, en cambio, hoy actuó como una máquina perfectamente engrasada, sin pulso, sin nervios, casi sin corazón, sin pensar demasiado en lo que podía ganar y centrándose únicamente en su tenis...

Sinner, empeñado en darle un vuelco a la historia

Su respuesta fue seguir lanzando bombas desde el otro lado y ya avisó a Djokovic en su primer turno (levantó tres bolas de break), otro sinónimo más de que esto se igualaba y que por muy superior que fuera el transalpino, el tenista que iba a quedar en pie iba ser el monstruo de los 25 majors. Pero de nuevo, Sinner le negó la historia, empeñado en darle un vuelco radical a los últimos 15-20 años en Melbourne.

El tres del mundo se armó de valor y dio el golpe definitivo en el cuarto juego del cuarto set (break a Nole)... ya solo tocaba seguir manteniendo el saque, como si fuera fácil. Por contrario, hoy sí lo era para Jannik (ganó un 83% de primeros y un 63% de segundos). Estaba (casi) todo hecho, con 5-3 tenía que cerrar con el suyo, y por primera vez durante el duelo le vimos titubear, pero fue un abrir y cerrar de ojos, llegó un revés a la red y la primera doble falta en su haber, además de un peligroso 30-30 que, de nuevo, pudo solventar como nadie lanzando un misil desde la línea y una derecha paralela y muy profunda que dejó clavado al 10 veces ganador del Open de Australia. Djokovic claudicaba 5 años después en la Rod Laver Arena y decía adiós a uno de los récords más asombrosos del tenis (un 20-0 a partir de cuartos en Australia). Él mismo terminó en 2021 con el 26-0 de Nadal en Roland Garros a partir de 1/4.

El italiano, a un partido de su primer major

Sinner, por su parte, ya sabe que tiene la mayor parte del trabajo hecho, pero tendrá que cerrar el círculo este domingo ante Medvedev, no le faltará moral y confianza para afrontar el partido más importante de su carrera. Aunque el más decisivo y el que seguramente haya dado un giro a su trayectoria profesional ha sido el de hoy.