El infierno de Djokovic tras su expulsión de Australia: ''Le dolerá durante mucho tiempo''

Novak Djokovic ha estado en el foco de la polémica y de la prensa después de ser deportado de Australia por delito contra la salud pública y, según parece, el tenista serbio no levanta cabeza después de todo lo acontecido en los últimos días Según Marian Vajda, entrenador de Djokovic, el actual número uno del ATP Ranking está ''mentalmente tocado'', afirmaba el técnico en una entrevista para el diario eslovaco 'Sport'.

El técnico eslovaco ha reconocido que ''está claro que esto lo ha golpeado mentalmente, que le dolerá durante mucho tiempo y está claro que será difícil sacar de su cabeza''. ''Sin embargo, yo conozco muy bien a mi pupilo. Novak es fuerte, perseverante y aún no ha dicho su última palabra en el tenis'', aseguraba Marian Vajda.

Asimismo, el técnico criticaba duramente la decisión anunciada por Francia de que Novak Djokovic deberá estar vacunado contra el coronavirus si quiere disputar el Grand Slam francés, Roland Garros. Por otra parte, con Wimbledon todavía existen dudas acerca de las medidas que se requerirá y para el US Open de Estados Unidos, el país americano no le dejará entrar sin la vacuna puesta.

Queda margen de maniobra todavía

Vajda criticaba también la decisión de anunciar con tanta antelación las medidas sanitarias de cada torneo, ''no entiendo por qué es importante anunciar esto sobre torneos que se jugarán en mayo, cuando el mundo no sabe lo que pasará con la pandemia el mes que viene'', declaraba el técnico. ''No quiero subestimar la situación, es muy seria, pero ¿cuál es el propósito de discutir esto ahora, en enero? ¿Es esto todavía un deporte?'', sentenciaba el técnico, el cual no pudo estar junto a Djokovic en Melbourne.

Marian Vajda, que entrena a Djokovic desde 2006, se va turnando con el croata Goran Ivanisevic cuando hay que acompañar al serbio a los torneos a nivel mundial. ''Fue un proceso político. Esto definitivamente tendrá consecuencias significativas. Será difícil volver de eso. Fue también una invasión de su privacidad, de su familia'', denunciaba Marian Vajda.