MASTERS 1.000 MIAMI | VENCIÓ POR 7-6 Y 6-3

Djokovic gana a Goffin y se mete en la final de Miami

El actual número 1 del mundo, [[LINK:EXTERNO||||||Novak Djokovic]], tiró de casta y sangre fría para superar al belga Goffin en un partido muy exigente a nivel físico (7-6 y 6-3) y de esta forma se clasifica para la final de Masters 1.000 de Miami. Espera rival, Nishikori o Kyrgios.

El serbio Novak Djokovic superó el cansancio físico y el intenso calor para ganar hoy por 7-6 (5) y 6-3 al belga David Goffin, que desaprovechó las opciones que tuvo de batir al número uno del mundo y evitar así que se clasificase para su tercera final consecutiva en Miami. Djokovic buscará su sexto título en el Masters 1.000 de Miami ante el ganador de la otra semifinal, que disputarán en la sesión vespertina el japonés Kei Nishikori, sexto cabeza de serie, y el australiano Nick Kyrgios (24).

En el primer set, Djokovic comenzó a dar muestras de cansancio físico, pero le sirvió su capacidad defensiva y de contraataque ante un aspirante que lo intentó con mayor interés, con 18 golpes ganadores, por 8 del serbio (27-21 en el total del partido), pero al que la presión y la suerte del campeón le privaron de verse por delante en el marcador. Si la dureza por el calor del primer set, que duró una hora y 10 minutos, pasó factura al de Belgrado, en el segundo sufrió hasta que una discusión con el juez de silla mediado el parcial le encendió y recuperó la energía que le faltaba hasta ese momento.

Y es que el primer belga en llegar a semifinales en los 32 años de historia del torneo estadounidense presentó dura batalla para evitar que el uno del mundo llegase a la final y aspirase a su tercer título en Miami consecutivo. Goffin perdió así su segunda semifinal consecutiva de un Masters 1.000 después de caer en la penúltima ronda de Indian Wells ante el canadiense Milos Raonic hace dos semanas.

Goffin arrancó fuerte a base de 'winners'

No lo tenía nada fácil ante el de Belgrado, que ya le había derrotado en sus tres enfrentamientos previos, el último de ellos en el Abierto de Cincinnati (EE.UU.) de 2015 por 6-4, 2-6 y 6-3. El serbio, que ya ganó este año en Doha, el Abierto de Australia y en Indian Wells, arrancó con algunas dudas en el saque y con cinco golpes ganadores menos que el belga para los mismos errores no forzados. En el séptimo juego, Goffin rompió el servicio del serbio, pero inmediatamente Djokovic demostró su fortaleza mental para igualar 4-4 tras un 'contrabreak'.

El calor jugó un papel importante

Entonces Djokovic empezó a acusar el fuerte calor y humedad un día más en el Centro de Tenis de Crandon Park, pero aun así mantuvo su saque y se puso a un solo juego de llevarse el primer set, pero el 15 de la ATP igualó a 5. Con un Djokovic lejos de dominar como acostumbra, se vio con un 0-30, pero al de Lieja le pudo la ansiedad y no aprovechó el momento, y el serbio se hizo con los cuatro siguientes puntos para forzar al menos el desempate.

La sangre fría de Djokovic decidió el primer set

En ese juego, la presión de un 'tie break' y tener delante al número uno empujaron al belga al fallo, lo que dejó dos puntos de set a Djokovic, que requirió del segundo para ganar la primera manga, con la suerte del campeón, eso sí, en una bola que tras toparse con la red cayó del lado de Goffin. El cansancio cada vez era más evidente en el serbio, pero solventó su primer servicio en la segunda manga con tres saques directos que le dieron un respiro, pero en el segundo, con 1-2 en el luminoso, Goffin dispuso de una bola de 'break', pero el de Lieja volvió a dejar escapar nuevamente al serbio.

Novak sacó a relucir el espíritu de campeón

El 15 de la ATP dio una imagen de estar más fresco que su rival, pero fue incapaz de aprovechar la debilidad de Djokovic, que en cuanto subió algo su tono físico le hizo un 'break' al belga y se puso 4-3 y con saque. La causa de esa mejora se puede achacar a un aviso por exceso de tiempo para sacar que señaló el juez de silla, lo que enfadó al serbio al considerar injusta esta medida, pues la demora fue causada por un mal movimiento con un pie, que acabó dolorido.

Esa adrenalina dio a Djokovic la energía que necesitaba para igualar las fuerzas con el belga y, entonces sí, ganar su vigésimo séptimo partido del año, en el que sólo ha perdido uno y fue por molestias físicas.

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