Tenis
El mejor deportista español de la historia ha abierto la nueva temporada de El Hormiguero junto a Pablo Motos.
El tenista Rafa Nadal ha sido el primer invitado de la nueva temporada de El Hormiguero de Antena 3. El balear ha charlado con Pablo Motos sobre su posible retirada, su participación en la ceremonia inaugural de los Juegos de París 2024 o la eterna comparación con Carlos Alcaraz.
"La gente puede creer que tengo muchas supersticiones por las cosas que hago en la pista, teniendo unas rutinas muy marcadas, pero sinceramente ahí se queda. No tengo muchas supersticiones fuera de ella".
"A día tomar esa decisión es más simple que antes. Estoy en una época completamente distinta de la que estaba hace tres, cuatro o cinco años. He tenido muchos problemas físicos y una operación importante de cadera. Me había marcado esta temporada como objetivo hasta las Olimpiadas, he intentado hacer las cosas de la mejor manera posible hasta ahí. Una vez acabadas, ya era un tema de analizar cómo me sentía. Lo veía todo muy apretado, cambio de superficie a cinco sets...".
"No creo que él esté mal mentalmente. Está un poquito cansado, saturado por todo lo que ha conseguido este verano: ganar Roland Garros, Wimbledon, final de la Olimpiadas... Llega un momento que la mente también necesita un descanso. He visto que él ha dicho que tenía algún problema, pero yo veo que probablemente el calendario con año olímpico se hace más apretado".
"La comparación no le va a perjudicar. Es lo suficientemente bueno como para que no le afecto. Va a seguir haciendo su camino. Es una coincidencia agradable que después de mi carrera haya salido alguien como Carlos. Es difícil que pase en el mismo país. Alcaraz va a ser uno de los mejores de la historia".
"Sentí agradecimiento a París por haberme dado ese momento. Una sensación para el resto de mi vida por el momento y el lugar que fue. Antes de subir al escenario en donde Zidane me dio la antorcha estaba emocionado, no quería que me cayera una lagrimilla ahí en medio. Es algo único, muy agradecido a Francia".
"La antorcha olímpica es muy llevadera, pero el paseo en barco fue menos llevadero. Nos pegó una tormentilla importante y cuando vas navegando un poquito rápido parece que llueve mucho más de lo que llueve".
"Me da vergüenza ser el centro de atención. Era muy tímido de pequeño, después lógicamente evolucionas, pero no he perdido ese punto de timidez. A veces no sé muy bien qué hacer, pero aprecio muchísimo el cariño que me dan en todo el mundo. España está fuera de duda, pero en Francia y en París en particular pues es algo muy especial. La gente se quedó con los primeros dos o tres años, que fueron más complicados por diferentes motivos, pero más adelante ha sido una historia impresionante. Me he sentido muy querido y apoyado ahí".
"No jugamos nunca en dobles. Cuando juegas contra gente que está acostumbrada los movimientos, dónde cubrir la pista, la velocidad de reacción... ellos lo tienen automatizado. Nosotros tenemos que hacer el doble. Perdimos pero fue una experiencia muy bonita. No tuvimos nuestro mejor día, pero también se podía haber ganado. En el dobles las cosas cambian muy, muy rápido. Había que jugar con una energía muy grande para contrarrestar las deficiencias que tenemos".
"Es completamente diferente a lo que nosotros estamos acostumbrados. La calidad del descanso es peor, pero si vas a unos Juegos Olímpicos tienes que estar en la Villa. Estás un pelín más incómodo, pero disfrutas mucho las Olimpiadas. Es un poco caos porque hay miles de personas, pero te vas adaptando y ves todo con naturalidad".
"Entiendo que me pregunten. Son muchos años, he pasado por muchos problemas físicos, sobre todo estos últimos dos años. Lo que he hecho durante todo este tiempo es darme un margen para disfrutar otra vez del tenis después de un año y medio fuera de las pistas. Quiero disfrutar del día a día y dejarme tomar mi decisión cuando la tenga clara. Cuando la tenga clara os la voy a decir. Por eso dije que no me metieran cada día el tema de la retirada en cada rueda de prensa y en cada entrevista. Se han terminado los objetivos que ya tenía marcados, no he conseguido lo que me hubiera gustado conseguir. Esperaba estar más sano de lo que he estado. Cuando volví me ha costado, llegué en un buen momento a Roland Garros pero tuve un sorteo no muy adecuado. Ahora mismo me doy mi tiempo, entrenando cada día, por supuesto, pero disfrutando de otras cosas de la vida".
"A los amigos de verdad los tienes que haber rozado muchísimo desde más joven y si no diariamente. Roger es un muy buen compañero, hemos hecho muchas cosas bonitos juntos, también hemos competido por las cosas más importantes durante la mayor parte de nuestras carreras... y yo creo que la gente que es normal termina teniendo un gran aprecio para su mayor rival. Nosotros hemos entendido el deporte de una manera, y eso no quita ni un ápice de competitividad, pero hemos llevado esa rivalidad de una manera adecuada, sensata y apreciándonos".
"Tengo una virtud o un déficit: creo normalmente en la buena fe de la gente. No creo que Sinner se haya querido dopar. Otra cosa: al final, la justicia es la justicia. No creo que solo nos tenga que gustar cuando se resuelve a la manera que nosotros pensamos. Creo en los organismos y confío en que si no le han sancionado es porque quienes le han juzgado han visto de una manera muy clara que lo había no era sancionable. Estoy convencido. La opinión de los otros también es totalmente respetable".
"A nivel deportivo me ha cambiado drásticamente. Se lo digo siempre a mi hijo: 'Papá, una patata'. Desde que ha llegado a este mundo no hemos ganado casi ningún partido. Eso me ha cambiado para mal. En la vida, en la mayoría de cosas me ha cambiado para bien. Al final he perdido, he estado lesionado, pero pase lo que pase volver a casa y verle te cambia el humor".
"A veces. Entro a los aviones y escucho 'Vamos, Rafa'. Bueno, vale" [risas].
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