Tenis
La tenista alicantina ha ganado su partido de segunda ronda de Roland Garros junior sin dar opciones a Vlada Mincheva y se medirá en octavos de final a la danesa Rebecca Munk Mortensen. Así es Charo Esquiva, la promesa del tenis español con 15 años.
Es toda una promesa para el tenis español. Con tan solo 15 años, Charo Esquiva está demostrando de lo que es capaz en el Roland Garros Junior que se disputa estos días en París. Este martes se ha impuesto en dos sets a Vlada Mincheva en la segunda ronda del torneo y se medirá a la danesa Rebecca Munk Mortensen en octavos de final. El partido se puso muy cuesta arriba para la tenista de Torrevieja. Caía por 4-1 en el primer set, pero demostró tener la paciencia y la fuerza mental suficiente para darle la vuelta y terminar imponiéndose en un intenso tie- Break. Al final, se hizo con la victoria (7-6 y 6-1) y sigue avanzando con paso firme para disputar ya los octavos de final.
Charo Esquiva tiene muy claro el tenista en quien se fija: Carlos Alcaraz. "Desde que empezó a lograr buenos resultados me fijé en él. Tiene una fuerza y una garra en la pista en la que creo que me parezco mucho a él. Lo da todo por la pista, por cada punto y creo que en eso me parezco mucho a él. Es mi referente", explica la tenista alicantina.
Esa garra es precisamente la que demostró en el primer set ante Mincheva para darle la vuelta a lo que estaba siendo hasta entonces un mal partido para ella. Durante Roland Garros Junior se enfrenta contra jugadoras mayores que ella, en algunos casos hasta por dos años de diferencia, pero eso no la asusta.
"Es un torneo que juegan las mejores, entre ellas la número 1 mundial y la mayoría son mayores que yo, pero no me importa. Creo que tengo nivel para competir contra ellas", explica Charo Esquiva.
Su entrenador, Emilio Viuda, también coincide con ella y cree que tiene un futuro prometedor. "Por supuesto que tiene todavía muchas cosas que mejorar porque tiene margen, pero tiene cualidades para poder convertirse en una profesional del tenis", explica el preparador de la alicantina.
"Es un torneo que juegan las mejores... pero no me importa. Creo que tengo nivel para competir contra ellas"
Pese a su buen hacer con la raqueta y la madurez en sus palabras, no hay que olvidar que es una niña de tan solo 15 años y por eso su familia, que es su mayor apoyo, se encarga de de recordarle sus obligaciones: "Estamos muy orgullosos de ella, por supuesto, pero no deja de ser una niña y tiene que estudiar. Que lleve los estudios con el tenis, pero queremos que estudie durante tanto tiempo como se pueda", explica Charo Bunels, madre de la jugadora.
También reconoce que no es fácil ver a su hija sobre la pista: "Se sufre muchísimo con los nervios, casi prefiero no verlo". Por muy difícil que sea, seguro que su Charo Bunels estará presente en el próximo partido en octavos de final para ver a su hija un paso más cerca de su sueño.
"Se sufre mucho con los nervios, casi prefiero no verlo"