Juegos Paralímpicos
El tándem que han formado Susana Rodríguez y Sara Loehr les ha permitido conseguir el oro paralímpico en triatlón gracias a su compenetración: "Hacemos un equipo estupendo y espero que muchas y muy buenas cosas estén por llegar".
Susana Rodríguez ha arrasado en los Juegos Paralímpicos de Tokio. La deportista gallega vuelve con el oro colgado al cuello y con la ilusión de haber logrado un sueño. Dice que ha sido fundamental el trabajo y el esfuerzo, pero muy especialmente del tándem perfecto que forma con su guía y su gran apoyo, Sara.
Para llegar a colgarse el oro paralímpico, Susana y Sara han necesitado mucha complicidad, una unión, que aunque no entrenen mucho a menudo va más allá de triatleta y guía: "Es una cuestión de confianza. Funciona como si fuéramos una sola deportista", explica Susana.
"Hay que hablar muchísimo de todo lo que está pasando alrededor", asegura Sara Loehr, guía oro paralímpico.
Una cuerda atada a los muslos le permite saber si están cerca una de otra
Para conseguir algo así en el agua tienen que buscar trucos diferentes, porque no pueden hablar: "Tenemos una cuerda elástica que nos une a la altura del muslo y que cuando se tensa yo se que me estoy alejando de ella, cuando hay una boya me pellizca en el costado para que yo pueda girar", nos dice la campeona del oro en triatlón.
Susana no sabía cómo iba en Tokio tras acabar la natación: "Cuando salí del agua y Sara me dijo que íbamos delante fue un subidón", confirma Susana. Un subidón que terminó en oro y con una relación que va a durar mucho tiempo: "Hacemos un equipo estupendo y espero que muchas y muy buenas cosas estén por llegar".
Ahora tienen por delante buscar un nuevo sueño: "Está por ver y por definir cual, pero alguno va a haber", concluye Susana.