Mundial de rugby 2019
Sudáfrica hace historia al derrotar a Inglaterra (12 - 32) y conquistar el Mundial de rugby, que se celebra en Japón. Los sudafricanos conquistan su tercer corona mundial y suceden a Nueva Zelanda, que ha terminado tercera.
La ansiada copa de William Elis estaba al final del camino. Ese trofeo dorado ya se veía cerca. El XV de la rosa y los sudafricanos iban a luchar por él sin cuartel desde el primer suspiro. Europeos y africanos nos brindarían un encuentro que no dejó indiferente a nadie.
Ya desde el primer suspiro, los Sprinboks salieron con el cuchillo entre los dientes. No había pasado ni un minuto y Pollard ya tenía la primera oportunidad de abrir el marcador, pero no la aprovechó. En la segunda, el especialista no perdonó. A los tres minutos los de Erasmus ya mandaban en el marcador.
Inglaterra no estaba cómoda. No se parecía ni por asomo a la que pudo con Nueva Zelanda en semifinales. Pero en esas, los nervios pudieron con los sudafricanos, que cometieron un error. Algo que aprovecharon los de la rosa para empatar la contienda con un golpe de castigo transformado por Farrell.
Pero el empate de los europeos duró un suspiro. Sudáfrica hizo valer su superioridad en las melés para lograr un nuevo golpe de castigo, que a la postre Pollard convertiría en tres puntos más para los de Erasmus.
Con el 3-6, los Sprinbooks se pusieron el mono de trabajo. Los sudafricanos se pusieron a defender como auténticos perros de presa y el XV de la Rosa era incapaz de hacer ese juego rápido, que tan buen rédito les dio en semifinales.
Pero Inglaterra no se rindió, y el esfuerzo europeo por percutir en la dura defensa africana tuvo recompensa. Farrell convertía un golpe de castigo que volvía a igualar la contienda.
La historia volvía a repetirse. Esta vez además por partida doble. En tan sólo cuatro minutos, Pollard aprovechó dos errores ingleses para transformar dos patadas a palos, y poner el 6-12 con el que llegábamos al descanso.
Aunque Inglaterra empezó mejor, más dominante en la segunda mitad. El XV de la Rosa seguía cometiendo errores probablemente fruto de la tensión del momento. Algo que un especialista como Pollard no iba a desaprovechar. El pateador Sprinbok convertía un nuevo golpe de castigo en el 6-15.
Con el XV de la Rosa en clara desventaja emergió la figura de Farrell. El especialista ingles recortó distancias con un golpe de castigo, que ponía el 9-15. El ingles tuvo una nueva oportunidad de igualar más el marcador, pero esa no la aprovechó.
Un nuevo error inglés que como durante todo el encuentro volvería a aprovechar Pollard. El especialista sudafricano volvería a convertir un golpe de castigo, que suponía el 9-18, y ponía tierra de por medio en el marcador.
Farrell respondió rapidamente a un error sudafricano convirtiendo un nuevo golpe de castigo, que servía para acortar distancias de nuevo, 12-18.
A partir de ahí se acabaría el partido. Los sudafricanos pondrían la directa hacía su tercer mundial. Dos ensayos transformados por los Sprinboks con Inglaterra ya volcada le ponían la puntilla a un choque que acabaría con victoria africana por un contundente 12-32.
Sudáfrica logra su tercer Mundial. Los Sprinboks siguen además invictos en las finales del Mundial de Rugby.