Surf
El surfista alemán ha recibido el título que lo acredita con el récord surfero tras dos años de su hazaña en Portugal.
Fue el pasado 29 de octubre de 2020 cuando logró surfear una ola que parecía inalcanzable, 86 pies de alto (o lo que es lo mismo, 26,21 metros) y unos 100 metros de extensión en las playas de Nazaré. El surfista sabía que ese era su momento: "Octubre de 2020 también fue un momento trascendental para mí, ese día todo encajó. También fue el momento en el que más rápido me he sentido en la tabla. Se me caían las lágrimas por la velocidad".
El covid retrasó todo el proceso y ahora, tras una nueva herramienta para calcular el tamaño de la ola, se ha confirmado que ha batido el anterior récord que poseía el brasileño Rodrigo Koxa con 24,38 metros.
Tras obtener el certificado físico de su gesta, ha querido dar unas declaraciones sobre lo que supone esta consecución para él: "Es una sensación increíble, estoy muy orgulloso. Un récord mundial se consigue una vez en la vida, lo tomo como una confirmación del trabajo duro, el dolor, la lucha y la alegría que me han llevado hasta aquí".
Pese a haber logrado algo que parecía imposible, no se contenta con ello y quiere seguir conquistando retos: "El éxito te motiva a hacerlo mejor, a sobrepasar tus límites y mejorar, aún tengo margen de mejora, sobre todo en aspectos tecnológicos del surf".
Tras surfear una ola equivalente a un noveno piso, solo el tiempo dirá que más puede lograr este intrépido surfista.