Crioterapia
La periodista de Antena 3 Deportes, Rocío Martínez, se mete en una cabina de crioterapia ¡a 110º bajo cero! Una temperatura que sólo existe en esta novedosa sala de crioterapia del ICE-LAB PRO de Oympia Quirónsalud.
"¡Hace mucho frío!" No sé cuántas veces llegué a repetir esta frase durante los 3 minutos que pasé dentro de la sala de crioterapia, a -110º de temperatura. Para que os hagáis una idea, la temperatura más baja registrada en el planeta son -89 grados. Confieso que estaba muy nerviosa, y que sí, hasta para una burgalesa como yo, el frío que sentía era muy, muy intenso. Pero pensaba que iba a ser peor. Y es que, al tratarse de frío seco, el que desprenden gases de nitrógeno helado, la tolerancia es mucho mayor que si te metes en agua helada.
Así nos lo explicaba después de vivir esta experiencia el doctor Manuel Leyes, jefe de Traumatología de Olympia Quirónsalud y una eminencia de la medicina deportiva por cuyas manos han pasado ilustres deportistas de nuestro país: "En el pasado utilizábamos las bañeras de hielo, pero no se puede bajar mucho la temperatura porque se congelaría, y la tolerancia es peor, es mucho más difícil aguantar mucho frío cuando estás húmedo, que el frío seco que acabas de experimentar. No hay humedad, no hay corriente de aire y se aguanta mejor". Damos fe.
"Confieso que estaba muy nerviosa, y que sí, hasta para una burgalesa como yo, el frío que sentía era muy, muy intenso"
¿Pero para qué sirve esta terapia de frío, la crioterapia, que cada vez usan más deportistas? El doctor Leyes nos lo explica: "El dolor es de los mejores antiinflamatorios que hay. Se quita todo el componente inflamatorio y el dolor. En el deporte lo usamos para la recuperación después de un ejercicio físico intenso. Permite una recuperación muy rápida. Bajando el cuerpo a una temperatura tan baja eliminamos la inflamación en tres minutos. También es muy eficaz para tratar las agujetas después del ejercicio. Permite intensificar los entrenamientos porque se recuperan más pronto. Puede conducir a una mejoría en el rendimiento del atleta".
El proceso es el siguiente, tras contestar un cuestionario de salud, te toman la tensión y si todo está bien, empieza la terapia. Hay que entrar a la cabina con ropa interior o deportiva, sin ningún tipo de metal y dejando al descubierto la mayor parte del cuerpo posible. Te calzas unas zapatillas de deporte y ahí te entregan una cinta para cubrirte las orejas, unos guantes para las manos, y hay que entrar con mascarilla porque también la nariz debe estar cubierta.
"El dolor es de los mejores antiinflamatorios que hay. Lo usamos para la recuperación después de un ejercicio físico intenso"
El tratamiento empieza con una primera cabina a -10º en la que durante 20 segundos vas aclimatando el cuerpo a las bajas temperaturas. De ahí, a una segunda cabina a -60º, otros 20 segundos, antes de entrar en la de -110º. La sensación de frío es muy intensa y, de hecho, en el suelo, hay un poco de escarcha. ¿La sensación? Como si hubiera salido al Polo Norte sin abrigo. Algo así debe ser. De tu cuerpo empieza a salir como humo por el contraste. Desde el otro lado del cristal, Hugo Laguía, auxiliar de enfermería de Olympia Quirónsalud, me va dando instrucciones para que me mueva y camine en círculos dentro de la cabina. De hecho, no dejé de moverme en ningún momento para aguantar mejor la sensación de frío. Lo máximo que se puede estar en esta cabina son 3 minutos. No todo el mundo lo aguanta, pero conseguí el objetivo y llegué a los tres minutos, eso sí, dando saltitos todo el tiempo, como podéis ver en el vídeo. El doctor Leyes me contaba después que hacer deporte, estar en forma, ayuda a aguantar la primera vez ese tiempo marcado. Debo reconocer que ese comentario me hizo sentirme muy orgullosa de mí misma. Tenía que llegar a los tres minutos. Tenía un objetivo. poder mostraros en Antena 3 Deportes el funcionamiento de esta terapia. Objetivo cumplido.
Primero entras en una cabina a -10º, después a otra a -60º y por último, ¡tres minutos a -110º!
Y cuando terminas, ¿cómo te sientes? Pues, feliz de ponerte el albornoz y empezar a recuperar la temperatura. Pero sí, te sientes bien, "para comerte el mundo". Me decía Hugo. Y así era. Porque más allá de bajar la inflamación, cuando sales de la cabina sientes una gran energía, como un subidón, una sensación de bienestar. Ahora mismo se están realizando estudios sobre el efecto psicológico que tienen también estas sesiones de frío, que ayudan a mejorar el estrés. Lo primero, eso sí, era volver a tomar la tensión, pera ver que todo estaba bien. Y sí, todo estaba bien.
¿Más efectos? En la piel: "En esos tres minutos te ha bajado 5 grados la temperatura de la piel y eso hace que la piel sea más tersa. Las aplicaciones estéticas están aún en estudio, pero las aplicaciones en la traumatología se llevan haciendo más de 20 años y están contrastadas científicamente", asegura el doctor Leyes.
Esta terapia que se está poniendo de moda entre los deportistas, también es eficaz en otros perfiles. "Se ha utilizado en pacientes con dolor crónico, funciona en pacientes con fibromialgia y cefalea crónica. Lo utilizamos en cualquier proceso traumatológico o reumático en el que hay inflamación, bursitis, tendinitis, periostitis… también en rehabilitación postoperatoria porque elimina el dolor durante unas horas y así los fisioterapetuas pueden conseguir más movilidad con el paciente".
Lo novedoso de estas cabinas es que son de cuerpo entero. "Las de antes dejaban fuera la cabeza y la cabeza acumula mucha temperatura. La ventaja de estar dentro es que entra todo el tiempo y te puedes mover y eso te permite aguantar temperaturas más bajas. De hecho, sólo hay dos cabinas de crioterapia de cuerpo entero multihabitáculo como ésta, una de ellas, ésta de Olympia Quirónsalud que hemos probado en Madrid, en el complejo de las Cuatro Torres".
Algunos deportistas que han pasado por estas cabinas de crioterapia son el atleta Adrián Ben, el lanzador de jabalina Odei Jaianaga o el judoka Niko Shera.
¿Pero cuánto vale esta terapia? En Olympia Quirónsalud el precio por sesión es de 30 euros, aunque existen bonos que abaratan el precio por sesión.
Pues a tope de energía, con la piel estupenda, con mi habitual periostitis, aliviada, y feliz por haber podido contaros esta experiencia del ICE LAB, en Antena 3 Deportes, guardo en mi baúl de los recuerdos esta experiencia única en la que pensaba iba a sufrir más. Muchas gracias a Olympia Quirónsalud por permitirnos experimentar en primera persona esta terapia de frío a la que cada vez recurren más deportistas. Nunca olvidaré que estuve a -110º. Y un lujo hacerlo bajo la supervisión y explicación de una eminencia como el doctor Manuel Leyes.