Estados Unidos
El condado de Hays, en Texas, alberga el conocido como Pozo de Jacob, una cueva subacuática de 10 metros de profundidad en la que han perdido la vida 9 buceadores tratando de explorar sus galerías subacuáticas.
Lo más peligroso es su apariencia inofensiva. El Pozo de Jacob, una cueva subacuática en el manantial Cypress Creek, en Wimberley, Texas, es uno de los enclaves que más buceadores atrae en el mundo.
Y es que este tranquilo pozo de agua de unos 10 metros de profundidad es un imán para los amantes del buceo. Son muchos lo que no lo dudan y se sumergen por este pozo vertical para explorar sus galerías subacuáticas. Pero detrás de sus tranquilas aguas se esconde un peligro muy real.
Y es que hasta 9 buzos han fallecido hasta la fecha tratando de explorar su particular laberinto de galerías subacuáticas.
La boca del pozo, que se utiliza como lugar de baño, mide cuatro metros de diámetro. Ese es el punto de partida para todos los buzos que deciden sumergirse en este misterioso pozo subacuático en Texas.
El angosto acceso que presentan algunas de las cuevas del Pozo de Jacob es la razón que explica el por qué hasta 9 buceadores han perdido la vida explorando este lugar.
El Pozo de Jacob se divide en cuatro cuevas separadas, que llegan a alcanzar una profundidad de unos 40 metros. La primera cueva subacuática de este pozo se puede encontrar a unos 9 metros.
La segunda cueva se encuentra a 24 metros de profundidad y su estrecho acceso es uno de los lugares críticos cuando se bucea en este lugar.
La cuarta y última cueva, conocida como la 'cueva virgen' es la que se encentra a más profundidad y la más peligrosa porque por su entrada apenas cabe un bizo con su bombona de oxígeno.