Tour de Francia
El esloveno Tadej Pogacar vuelve a ser protagonista en el Tour de Francia tras llevarse la victoria en la 9º etapa. Ayer recuperó 40 segundos que había perdido en la etapa 7º en La escapada formada por Egan Bernal, el propio Pogacar, Primoz Roglic y el español Mikel Landa abrió hueco con el pelotón, dejando atrás al líder de la carrera Adam Yates y consiguió atrapar al suizo Marc Hirschi, cuya fuga en solitario le valió finalmente para llevarse la victoria de etapa.
Roglic es el nuevo líder del Tour de Francia, Bernal se coloca segundo de la general a 21 segundos de Roglic, mientras que el francés Guillaume Martin conserva la tercera plaza, a 28 segundos, pese a haber perdido 11 en la etapa. Los mismos perdió el colombiano Nairo Quintana, que gana un puesto en la general y se coloca quinto a 32 segundos del líder, al igual que su compatriota Rigoberto Uran.
Pogacar, que perdió 1.21 minutos en un abanico hace dos días, es ya séptimo de la general a 44 segundos de su compatriota, mientras que Landa, que también cedió esa renta, se encuentra a 1.42 en el puesto diez.
El británico Adam Yates, que tenía el maillot amarillo, perdió 54 segundos y ahora es octavo de la general a 1.02. La misma renta cedió el colombiano Miguel Ángel López, que es noveno a 1.15. El español Enric Mas entró en ese mismo grupo y ahora es duodécimo a 2.02.
Etapa trepidante
La segunda etapa pirenaica disputada entre Pau y Laruns, de 153 kilómetros, salió disparada de Pau, con muchos intentos de fuga, nervios y algunos nombres destacados como Alaphilippe o Pinot interesados en el despegue. Velocidad elevada: 48 kilómetros en la primera hora de carrera y control táctico entre el Jumbo y el Ineos. Si los hombres de Roglic se metían en una avanzadilla, los de Bernal también.
En el ascenso al inédito Col de la Hourcère (1ª, 11,1 kms al 8,8 %) empezó la aventura en solitario el joven suizo de 22 años Marc Hirschi (Sunweb). El campeón del Mundo y de Europa en 2018 insistió hasta lograr el despegue a 5 kilómetros de la cima.
Un juvenil representado por su compatriota y vecino de Berna, Fabian Cancellara, uno de los mejores clasicómanos de la historia, quien define a Hirschi como el "el Kylian Mbappé del ciclismo". El talento helvético pasó por la cima de Hourcére con 1 minuto sobre un grupo con Omar Fraile y Jhonatan Castroviejo y 1.30 con el pelotón gestionado por el Jumbo.
Acompañado por la niebla, Hisrchi se vino arriba en el Col de Soudet (3ª, 3,8 kms al 8,5%) y aumentó las diferencias bajando, tomando riesgos desafiantes en una carretera húmeda. Con las mismas aguantó en Col d'Ichère (3ª, 4,2 kms al 7%), en cuyo ascenso el pelotón atrapó a los componentes del grupo perseguidor. Jumbo tiraba al frente con 4 minutos de retraso, Ineos iba a rueda y Pogacar a rueda en espera de acontecimientos.
El punto caliente de la etapa fue el Col de Marie Blanque (1a), donde entró Hirschi con 3.40 de ventaja. Mientras el suizo iba a lo suyo por detrás el tren amarillo del Jumbo iba quemando cartuchos al frente de los candidatos. Un grupo de 20 hombres en persecución del más valiente del día.
En esto que llegó Pogacar para revolucionar la etapa. Un primer ataque a 3 kilómetros de la cima fulminó al líder Adam Yates y a Dumoulin, por lo que Roglic se quedó sin equipo, lo mismo que Bernal. El dominio de Jumbo e Ineos no existe cuando interviene el chaval de Komenda.
El latigazo de Pogacar lo resistieron Landa, Roglic y Egan Bernal, que pasaron por la cima a 35 segundos de Hirschi. En la disputa por 5 y 2 segundos de bonificación, Roglic estuvo a punto de derribar a su compatriota, de quien se disculpó. Yates ya no era el líder del Tour.
Un hombre en solitario bajando a tumba abierta camino del llano que conducía a Laruns y un cuarteto de favoritos tratando de no dejarse atrapar por el grupo de Yates, Martin, Valverde, Mas, Quintana y Bardet aportaron emoción a los últimos 15 kilómetros de etapa. Tres contrarreloj con intereses diferentes y el liderato en juego.
Hirschi pagó el esfuerzo de todo el día escapado. Su coraje no fue suficiente y fue alcanzado por el cuarteto a 1,8 kilómetros de Laruns. Pero no cedió en el empeño y entre los grandes se metió para discutir la victoria.
Atacó Landa sin demasiada convicción, le replicó Roglic y lo intentó Hirschi, pero Pogacar quiso ser protagonista absoluto de la jornada y erigirse en el rey de los Pirineos. Cuando esprintó a fondo se fue directo hacia una preciosa victoria.
La primera en el Tour, que puede añadir a las 3 de la Vuelta 2019. Ningún ciclista más joven que él había ganado una etapa en lo que va de siglo.