Fútbol
El encuentro entre el PSG y el Olympique de Marsella estuvo protagonizado por los choques, patadas y constantes enfrentamientos a lo largo del partido entre los futbolistas de ambos equipos. Los visitantes ganaron 0-1 en el Parque de los Príncipes. El partido no tenía continuidad porque casi en cada jugada se formaba una trifulca. Así fue que el árbitro, Jerome Brisard, sacó la primera tarjeta amarilla en el minuto 7 y no paró de mostrar cartulinas a lo largo de los 90 minutos de partido. En total, doce tarjetas amarillas y cinco expulsiones.
Uno de los jugadores que vio tarjeta roja fue Neymar, envuelto en una trifulca con el defensa español del Marsella, Álvaro González al que acusó de proferir insultos racistas. El futbolista brasileño fue expulsado después de golpear con su mano la cabeza del central del Marsella tras ser revisado por el VAR. Todo provenía de un encontronazo en pleno partido en el que Neymar le dijo a Álvaro González "racismo no, racismo no".
Sin embargo, la mayor trifulca se produjo al final del partido después de una dura respuesta de Leandro Paredes tras una entrada de Benedetto. Ahí se formó una tangana en la que Neymar acabó expulsado. No obstante, el brasileño justificó su agresión cuando se marchaba a vestuarios diciendo "porque era un racista. Por eso le pegué''.
El enfrentamiento siguió en las redes sociales. Neymar escribió en su perfil: "De los único que me arrepiento es de no haberle dado en la cara a ese gilipollas", publicó primero y continuó: "Ahora quiero ver la imagen del racista llamándome 'mono hijo de puta'... Yo fui expulsado ¿y él?".
Álvaro González contestó a Neymar a través de sus redes sociales: "No existe lugar para el racismo. Carrera limpia y con muchos compañeros y amigos en el día a día. A veces hay que aprender a perder y asumirlo en el campo. Increíbles 3 puntos hoy", afirmó el defensor central español del OM en un comentario acompañado de una fotografía con varios compañeros de equipo, todos de diferentes razas.