Aventura
A Paula Gonzalvo la vida le cambió en 2014 cuando decidió viajar hasta Sudamérica a bordo de un velero. Ahí nació una pasión por la navegación que le ha llevado a crear la regata Stella Oceani, la competición donde las estrellas sustituyen al GPS.
¿Es posible navegar sin GPS? A día de hoy todos los barcos y veleros cuentan con esta tecnología, pero antes los antiguos navegantes surcaban los mares con al ayuda de un sextante y un GPS.
Con esa idea nació la regata Stella Oceani, creada por Paula Gonzalvo. Se trata de una travesía al modo tradicional con sextante de navegación, sin GPS y guiándose con las estrellas.
Un desafío de otra época, de una época en la que se navegaba para crear cartas náuticas. Esta regata surgió de una manera espontánea.
"Si traes un sextante, podemos navegar sin GPS. No sólo un velero me escribió sino que fueron varios lo que me dijeron que se unían a esta aventura", explica Paula Gonzalvo, capitana y director de la travesía 'Stella Oceani'.
"Suena muy bien decir apaga el GPS, pero realmente no lo apagamos, lo tapamos"
Así surgió la regata Stella Oceani. Originariamente de Cádiz a Canarias, cinco días sin ver tierra. Pero por la pandemia ahora es en el Mediterráneo, surcando las Islas Baleares. 30 embarcaciones orientándose por el horizonte y los astros, y no por un satélite.
"Suena muy bien decir apaga el GPS, pero realmente no lo apagamos, lo tapamos", explica Paula.
Si hay un error de cálculo el patrón advierte a la tripulación. Durante cada día de regata se efectúan tres controles. Donde se calcula la posición GPS con la posición estimada.
"Si la distancia entre estas posiciones es muy próxima se ganan 10 puntos", indica Paula.
No gana el velero más rápido sino el más preciso. "No hay un premio en metálico que espere en la llegada", admite Paula.
Paula va por la cuarta edición y para ésta ya tiene casi el 100% de embarcaciones inscritas.
Una pasión por la navegación que surgió en 2014
La pasión de Paula por el mar y la navegación surgió en 2014, cuando decidió enrolarse en un barco al acabar sus estudios. Para ello se apuntó al barco-stop.
"Tardé tres semanas en buscar un velero. Hacía un poco de todo. Y se me abrió un mundo de posibilidades y ahora me gano la vida de capitana", cuenta Paula Gonzalvo.
Ahora es Paula la que imparte formaciones de navegación. "Cuando sales de barco, sales mejor persona", asegura Paula.