BATALLA FÍSICA Y HASTA LEGAL
Bajó de la cumbre en ambulancia. Congelaciones en las manos, heridas. Se había quitado las prótesis de sus piernas, su hijo presumía de padre.
Subir el Everest con 70 años es una hazaña, pero hacerlo cuando a uno le han amputado las dos piernas es casi sobrehumano. Xia Boyu es el segundo hombre que lo consigue,el primero por la ruta nepalí. Pero su historia es el triunfo de la constancia.
En 1975, aún veinteañero, intentó subir al cielo del mundo. A 200 metros de la cumbre, una tempestad frustró la expedición. Boyu cedió su saco de dormir a un compañero en peligro de muerte. Sin saco, se le congelaron los pies. Tuvieron que amputárselos.
En 1996, le diagnosticaron un linfoma. Consecuencia, le tuvieron que volver a amputar, esta vez desde las rodillas. Pero él siguió soñando con el Everest.
Lo intentó tres veces más. Una avalancha, un terremoto y otra tormenta pudieron con él. El año pasado se topó con una cima... legal.
El gobierno nepalí aprobó una ley que impedía escalar el Everest a personas con limitaciones físicas. Este hombre no se rindió, acudió a los tribunales mientras en la televisión china mostraba de lo que era capaz y lloraba su frustración.
El Tribunal Supremo nepalí le dio la razón y obtuvo por fin, licencia para soñar.