REPASA SUS MEJORES VIVENCIAS
Kathrine Switzer es historia de la lucha contra el machismo en EEUU. En 1967 logró participar, con ayuda de su novio, en el maratón de Boston, prueba que en aquel entonces estaba destinada exclusivamente a los deportistas varones.
Kathrine Switzer logró cruzar la línea de meta con la ayuda de otros corredores y su marido, tras esquivar a uno de los comisarios, llamado Jock Semple, que ejercía de codirector de la carrera y le persiguió para evitar que participara en la prueba.
Su dorsal 261 se convirtió entonces en un icono del deporte femenino. "Me quedé totalmente sorprendida y decidí que, fuera como fuera, acabaría la carrera", nos cuenta Kathrine. Cinco años después, el maratón de Boston permitió correr a las mujeres y Kathrine se encontró con el hombre que arrancó una esquina de su dorsal.
"El director de carrera se convirtió en mi mejor amigo", asegura, que le dijo antes de morir que "la hizo famosa": "Le respondí: 'Y yo a ti'. Juntos cambiamos el mundo".