UNA OBSESIÓN DE LOS FOTÓGRAFOS
Llevaba mucho tiempo intentándolo y ha sido ahora, 44 años después de aquel icónico póster, cuando el británico Iunn Rannachan ha logrado calcar el cartel de la película con la mandíbula del tiburón blanco.
Infinidad de fotógrafos intentan sacar la mejor foto de tiburones, una oceanógrafa lo hizo incluso vestida de novia. Pero no siempre la fotografía sale bien, generalmente al confundir la cámara con un animal con el que alimentarse. La velocidad que llegan a alcanzar suele ser el principal problema a la hora de captar una foto de ellos.
Siempre es más sencillo para buceadores como Cristina Zenato, la encantadora de tiburones. Lleva más de 25 años nadando entre ellos en las Bahamas. Meterles la mano entre sus dientes para extraerles los anzuelos que se les clavan le ha permitido ganarse el cariño de lso escualos y ser apodada como la dentista de los tiburones.