EL SHERPA SE QUEDÓ ANONADADO
Hace mucho frío y falta oxígeno en la cima del mundo. Mientras otros escaladores descansan, uno de ellos saca el estuche en el que guarda su saxofón.
Trata de calentar sus manos y, tras varios intentos, las notas empiezan a salir. El sherpa que les acompaña no da crédito a la escena.
Lo cierto es que Hakon es saxofonista profesional y triatleta extremo, haciendo lo mismo en otras grandes cimas del mundo. Se llega a quedar sin aliento en una situación que define como "horrible".
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